La justicia tucumana imputó este viernes a Diego “Mocho” Zerda, de 33 años, por instigación al suicidio de Karla Robles, su ex pareja de 27 años. El hecho ocurrió el 24 de octubre a las 03:20, cuando Robles se quitó la vida por ahorcamiento en su domicilio de calle Congreso al 2700, en San Miguel de Tucumán. Lo hizo mientras transmitía en vivo por TikTok.
Zerda, quien estaba internado en el Hospital Obarrio por un tratamiento psiquiátrico, también fue acusado de amenazar al hermano de la víctima. La Unidad Especializada de Homicidios I, dirigida por Pedro Gallo, lo imputó por instigación al suicidio y amenazas simples. El auxiliar de fiscal Lucas Maggio solicitó su prisión preventiva.
Violencia de género y antecedentes del acusado
Según la acusación, Zerda ejerció violencia física y psicológica contra Robles desde 2022. Durante su relación de cinco años, le habría dicho frases como “matate de una vez” y amenazado con matar a su familia si no volvía con él. El fiscal Maggio destacó que el acusado se aprovechó de la vulnerabilidad de la víctima, en un contexto de violencia de género reiterada.
Además, Zerda posee antecedentes por amenazas y desobediencias en otras causas. El juez ordenó su encierro cautelar por dos meses, tras confirmar que está en condiciones de ser alojado en el servicio penitenciario.
Entre las pruebas presentadas figuran el video de la transmisión en TikTok, un audio intimidante enviado por Zerda al hermano de Karla, capturas de pantalla y el informe médico legal que confirmó la causa de muerte. También declararon tres amigas de Robles, quienes relataron su tratamiento psicológico y temores personales.
Por otro lado, restan peritar tres teléfonos celulares, remitir oficios a redes sociales como TikTok y Meta, y realizar entrevistas a familiares y amigos. Zerda se abstuvo de declarar, mientras su defensa solicitó arresto domiciliario en el Hospital Obarrio con geolocalización.
El dolor de la familia y el pedido de justicia
La madre de Karla expresó que Zerda “estuvo viendo el vivo” cuando su hija se quitó la vida. “Yo lo quiero en el penal”, dijo. El padre advirtió: “Si lo dejan suelto, habrá otra Karla”.
Este caso pone en evidencia los riesgos del entorno digital y la urgencia de actuar ante situaciones de violencia de género. La justicia continúa investigando para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.




