La Verificación Técnica Vehicular (VTV) es un control obligatorio que asegura el correcto estado de los vehículos para transitar por la carretera. Su objetivo principal es reducir accidentes viales, revisando componentes clave como frenos, luces y neumático.
Si bien este trámite es sencillo, se debe realizar de forma anual para evitar problemas legales y económicos en caso de infracción. Además, se lleva a cabo en los talleres autorizados, donde evalúan el estado de cada coche y dictaminan si está apto para circular o no.
Qué cambios tuvo la VTV en el último tiempo
En los últimos tiempos, la VTV anunció ajustes en la forma y frecuencia de los controles. Los vehículos nuevos ahora realizan su primera inspección recién a los cinco años de patentamiento. Entre los cinco y diez años de antigüedad, las revisiones serán cada dos años, mientras que los autos de más de diez años seguirán con controles anuales.
Por otro lado, también se permitió que talleres privados y concesionarios certificados funcionen como centros de VTV, siempre cumpliendo con los estándares exigidos por la autoridad vial.
Estos cambios buscan facilitar el acceso al servicio, reducir tiempos de espera y llevar los controles a más localidades. Además, se promueve la digitalización de los trámites, permitiendo vincular la VTV con registros y licencias, para hacer la gestión más rápida y menos burocrática.
Qué debés saber si vas a hacer la VTV
En la VTV, se revisa que el vehículo sea seguro para circular sin poner en riesgo la integridad propia y de terceros. Se controlan luces, frenos, suspensión, dirección, neumáticos y chasis. Además, debe contar con matafuego, chaleco reflectante y triángulos de emergencia en caso de fallas o roturas en medio de la carretera.




