El paro del transporte público en San Miguel de Tucumán continúa sin definiciones y con la mayoría de las líneas urbanas paralizadas. Este jueves, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) Tucumán, César González, confirmó que la medida de fuerza seguirá durante toda la jornada y que, por la tarde, los delegados internos del gremio decidirán los pasos a seguir.
“Nunca dijimos que la medida era por 24 o 48 horas. Hoy estamos de paro, durante el día va a continuar y a la tarde con los delegados internos del gremio vamos a decidir los pasos a seguir para mañana”, expresó González en declaraciones a la prensa.
El conflicto se desató luego de que las empresas resolvieran suspender a 154 trabajadores, argumentando una fuerte caída en la recaudación y demoras en la acreditación de subsidios. Desde UTA, en cambio, calificaron la medida empresarial como “injustificada” y “violatoria de los derechos laborales”.
“Si levantan la suspensión a los compañeros, se va a destrabar la medida”, advirtió el dirigente, dejando abierta la posibilidad de un acuerdo si las empresas revierten su decisión.
En paralelo, se convocó para este viernes a una mesa de diálogo en el Concejo Deliberante, con el objetivo de acercar posiciones entre las partes. Sin embargo, González aclaró que hasta el momento no recibió una invitación formal: “Es una mesa de diálogo para ver cómo se soluciona el problema del transporte público, pero hasta acá yo no tengo conocimiento de que me hayan convocado”.
La única línea que continúa prestando servicio es la 8, perteneciente a la empresa Rayo Bus. “Aparentemente Rayo Bus anda bien, por eso no aplicaron la misma metodología que otros compañeros. Nosotros no estamos enfrentados con ningún empresario”, explicó el titular del gremio.
El paro, que comenzó el miércoles con una medida parcial de dos horas, se profundizó y dejó sin servicio a miles de usuarios, generando complicaciones en el traslado y mayor presión sobre el transporte interurbano y metropolitano, que funciona con normalidad.
La protesta se da en medio de una crisis estructural del sistema de transporte público tucumano. Las empresas aseguran que los subsidios nacionales y provinciales resultan insuficientes para cubrir los costos operativos, mientras que UTA insiste en que los trabajadores no deben ser quienes paguen las consecuencias de la crisis.




