Durante controles rutinarios en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detectaron una valija despachada hacia Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, con 40.100 dólares, además de dinero argentino, boliviano y uruguayo.
El hallazgo, ocurrido en abril, dio inicio a una investigación por lavado de dinero y narcotráfico bajo la dirección del Juzgado Federal de Pablo Yadarola.
A partir de ese momento, se implementaron vigilancias fijas y móviles, escuchas telefónicas y análisis de comunicaciones, que permitieron seguir el rastro de una red criminal que trasladaba cocaína desde Bolivia hacia Argentina.
Con la información recolectada, los investigadores siguieron una camioneta sospechosa que circulaba por la provincia de Buenos Aires. A la altura de Exaltación de la Cruz, la PSA montó un control vehicular que derivó en una persecución y posterior detención de sus dos ocupantes: un verdulero argentino y un agricultor boliviano, identificados como Condori y Revollo Andia.
En la caja del vehículo se hallaron dos barriles metálicos de 200 litros cada uno. En su interior, los agentes descubrieron un doble fondo con 245 panes de cocaína envueltos en nailon, con un peso total de 255 kilos. Además, se incautaron dinero en efectivo, celulares, pendrives y documentación de interés.

Una banda con conexiones binacionales
La investigación permitió identificar a los ocho miembros de una organización que introducía cocaína desde Bolivia para su distribución en el país. Entre los detenidos hay comerciantes, vendedores y trabajadores rurales de ambas nacionalidades.

El 6 de octubre, el juez Yadarola ordenó 17 allanamientos simultáneos en domicilios de Buenos Aires, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Exaltación de la Cruz y un local comercial en Capital Federal.
Las pruebas recabadas apuntan a que se trataba de una estructura criminal con roles definidos para el transporte, acopio y distribución de estupefacientes.