Un pasajero denunció, en la jornada de ayer, haber sido víctima de una amenaza insólita y peligrosa mientras viajaba en taxi por el centro de San Miguel de Tucumán. El recorrido fue desde avenida Roca y Buenos Aires hasta Junín y Santiago. El conductor le cobró $7.000, el doble de lo habitual, y al reclamarle, el taxista lo intimidó con una picana eléctrica.
El pasajero, que llevaba a su hija en brazos, se vio obligado a bajarse rápidamente. “Ojalá me lo cruce de nuevo sin mi hija en brazos a ver cómo le va”, expresó indignado. Además, denunció que el taxímetro estaba apagado y que el chofer usaba una aplicación manipulada para calcular la tarifa.
La publicación generó una ola de comentarios de otros usuarios que relataron situaciones similares. Una mujer contó que le quisieron cobrar $5.000 por un viaje que normalmente cuesta entre $1.800 y $2.000. Otra usuaria relató que un taxista la increpó sin motivo y la insultó, generando miedo por estar sola.
La situación expone una preocupante falta de control en el servicio de taxis y una creciente sensación de inseguridad entre los pasajeros. Mientras tanto, la Municipalidad anunció medidas para jerarquizar las paradas y reforzar los controles.