Un hombre de 64 años murió luego de someterse a un procedimiento de implante dental en una clínica del barrio porteño de Belgrano. La intervención, que en principio era de carácter rutinario, terminó en tragedia y derivó en la actuación inmediata de la Justicia.
El paciente se descompensó durante la práctica y, pese a los intentos de asistencia, falleció en el lugar.
Tras el hecho, la Justicia ordenó la detención de un cirujano maxilofacial y un cirujano plástico que participaron de la intervención. Además, dispuso el secuestro de documentación, la clausura preventiva del quirófano y la realización de la autopsia para determinar las causas exactas de la muerte.
Según familiares de la víctima, no habría habido anestesista presente y al paciente se le habría suministrado una medicación sublingual, lo que generó fuertes dudas sobre el cumplimiento de los protocolos médicos.
La familia denunció irregularidades en la atención y cuestionó el accionar de la clínica tras el fallecimiento. El caso generó indignación y reavivó el debate sobre los controles en centros de salud privados y la responsabilidad profesional en intervenciones odontológicas.
La investigación continúa y la Justicia deberá determinar si hubo negligencia o mala praxis en un procedimiento que terminó de forma trágica.




