Tucumán se posiciona como uno de los mercados de alquiler más baratos del país, según confirmó Fernando Guzmán, vicepresidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de la provincia. A pesar de que los precios subieron un 6,6% en el último trimestre —lo que anualizado representa un 46%—, el nivel de morosidad se mantiene por debajo del 2%, lo que indica que el alquiler sigue siendo una prioridad en el gasto mensual de los tucumanos.
Guzmán explicó que la diferencia con Buenos Aires es abismal: “Parece otro país”, dijo, al comparar valores y poder adquisitivo. En Tucumán, los precios se ajustan al nivel salarial local, lo que permite que el mercado se mantenga accesible, aunque presionado por la inflación y el encarecimiento de servicios.
El dato sorprende en medio de una crisis económica nacional que golpea el bolsillo de los argentinos. Mientras muchos sectores acumulan deudas por servicios, el alquiler se paga primero. La estabilidad del mercado tucumano se convierte en un caso testigo para analizar el vínculo entre ingresos, vivienda y cumplimiento financiero.