Un relevamiento del Instituto de Economía de la UADE (INECO) volvió a exponer las marcadas desigualdades regionales en el precio de los combustibles en la Argentina. El informe, que analiza los valores de la nafta súper en todo el país, muestra que Tucumán se ubica entre las provincias con precios más elevados, en sintonía con el norte argentino y lejos de los valores más bajos que predominan en la Patagonia.
Según el estudio, la brecha entre la provincia más barata y la más cara alcanza el 36 %, una diferencia explicada principalmente por la estructura impositiva local y los costos logísticos asociados a la distancia de los centros de distribución. Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el valor del litro se mantiene alineado con el promedio nacional, en el interior las realidades son muy dispares.

Tucumán en el mapa nacional de precios
El mapa de precios elaborado por el INECO confirma que Tucumán registra uno de los valores más altos del país, con el litro de nafta súper en torno a los $1.786. Este monto coloca a la provincia por encima del promedio nacional y muy cerca de las jurisdicciones más caras del ranking.
La comparación regional resulta desfavorable. Tucumán paga más que provincias vecinas como Santiago del Estero ($1.755) y Catamarca ($1.750), y se ubica apenas por debajo de Salta ($1.783), que lidera el ranking de precios más elevados, y de Formosa ($1.774). De este modo, la provincia se consolida dentro del grupo del norte argentino donde llenar el tanque resulta más costoso.
La brecha se amplía al contrastar con el sur del país. En Tierra del Fuego, la provincia más barata, el litro cuesta $1.312, mientras que en Santa Cruz ($1.361) y Chubut ($1.390). Incluso Río Negro ($1.432) y Neuquén ($1.487) muestran precios sensiblemente menores, lo que marca una diferencia cercana al 35 % respecto del norte.
En Buenos Aires, el litro de nafta súper ronda los $1.653, y en La Pampa $1.649, cifras claramente inferiores a las que se pagan en las estaciones de servicio tucumanas.
Las razones del mayor costo
De acuerdo con los especialistas del INECO, estas diferencias responden a una combinación de factores: mayor presión de tasas provinciales y municipales, costos operativos más elevados y la distancia respecto de las refinerías y centros de distribución. Esta lógica de precios no se limita a la nafta súper, sino que se replica en la nafta premium, el gasoil y el GNC.




