Un nuevo fallo judicial reavivó las denuncias por impunidad y violencia institucional en Tucumán. Este jueves, el juez Guillermo Matías Puig absolvió al policía Cristian Gómez, único imputado por la muerte por asfixia de Ceferino Nadal, ocurrida en junio de 2020 durante un operativo policial en pleno centro de San Miguel de Tucumán.
Ceferino Nadal, de 43 años, fue detenido por seis policías a tres cuadras de la Casa de Gobierno. Según testigos, gritó “me falta el aire, no puedo respirar” mientras era reducido. Imágenes posteriores mostraron a Gómez presionando con su rodilla el cuello de la víctima, impidiéndole respirar.
El informe preliminar de la autopsia confirmó que Nadal “sufrió en vida la comprensión violenta del cuello”, lo que provocó una asfixia mecánica. Sin embargo, una junta médica oficial intentó relativizar esa conclusión, sin poder establecer una causa de muerte definitiva.
Un solo acusado, una absolución polémica
De los seis policías involucrados, sólo Gómez llegó a juicio. La querella había solicitado una condena por homicidio con dolo eventual, con penas de entre 8 y 25 años, argumentando que el acusado tenía formación como instructor policial y conocía las consecuencias de su accionar.
Lejos de ser apartado, Gómez fue ascendido a subcomisario durante el proceso. La pareja de la víctima, Karina Rodríguez, denunció que el juicio fue parcial y que el fallo representa “un aval a la brutalidad policial”.
Un fallo en un contexto de crisis institucional
La absolución se da en medio de una crisis profunda en la Policía tucumana, con comisarios imputados por coimas, usurpación de terrenos y uso de presos como mano de obra. A esto se suma el respaldo político a los operativos masivos conocidos como “trencitos”, que acumulan denuncias por allanamientos ilegales y detenciones arbitrarias en barrios populares.
Desde organismos de derechos humanos y sectores sociales se advierte que el fallo de Puig refuerza la impunidad y debilita la credibilidad judicial en casos de violencia estatal.




