La Justicia tucumana dictó tres meses de prisión preventiva para Santiago Leonel Budini (22), acusado de haber matado de un golpe a Federico Toledo (20) a la salida del boliche Howards, en avenida Sarmiento al 1200. La audiencia incluyó control de aprehensión, formulación de cargos y pedido de medidas de coerción, a cargo de la Unidad Fiscal de Homicidios II, representada por la auxiliar Luz Becerra.
Según la imputación, Budini —con conocimientos en boxeo, taekwondo y MMA— golpeó primero a Mateo Marti, fracturándole la nariz, y luego a Toledo, quien cayó pesadamente al suelo y murió en el acto. El MPF lo acusa de homicidio simple con dolo eventual y tentativa de homicidio en concurso real.
La fiscalía presentó testimonios clave: Marti, un patovica del boliche y el propio acompañante de Budini, quien además era compañero de Toledo en la facultad. Todos coincidieron en que la víctima no lo agredió. La frase que pronunció Budini tras el ataque —“ahora le van a tener que soplar el c…”— fue interpretada como una burla cruel y desafiante.
El informe preliminar de autopsia reveló una hemorragia subaracnoidea y posible broncoaspiración. La jueza aceptó el pedido de prisión preventiva por riesgo de fuga y entorpecimiento del proceso.

Testimonios que estremecen:
- Budini pidió disculpas, dijo estar arrepentido y no poder dormir.
- Marti lo describió como violento, provocador y entrenado para golpear.
- El padre de Toledo exigió justicia y rechazó el arrepentimiento del acusado: “No le creo nada. Lo que siente es miedo a la condena”.
La causa sigue abierta. Restan pericias, análisis de cámaras y más declaraciones. El caso conmueve a Tucumán y reabre el debate sobre violencia urbana, nocturnidad y protocolos de seguridad.