El viernes por la noche, un violento choque en José C. Paz dejó como saldo la muerte de un matrimonio y tres niños huérfanos. El siniestro vial ocurrió cerca de las 23:30 en el cruce de la Ruta 197 y Mendoza, a metros de una plaza infantil. Una camioneta Volkswagen Amarok, conducida por Michael Jean Carballo (23), impactó a alta velocidad contra un Renault 12 en el que viajaba la familia Benítez.
Renzo (37) y Eliana (32) murieron en el acto. Sus hijos de 9, 11 y 12 años sobrevivieron, aunque dos de ellos quedaron atrapados en el vehículo y debieron ser rescatados por Bomberos Voluntarios. La hija mayor fue trasladada al Hospital Posadas y ya recibió el alta. Los menores están ahora bajo el cuidado de su abuela.
Las cámaras de seguridad de la zona captaron el momento del impacto. El Renault 12 se detuvo unos segundos antes de girar a la izquierda sobre la calzada. En ese instante, la Amarok lo embistió con violencia. Según fuentes del caso, el velocímetro de la camioneta quedó clavado en 160 km/h, aunque se esperan las pericias para confirmar la velocidad exacta.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) solicitó la inhabilitación inmediata de la licencia de conducir de Carballo, medida que fue concedida por el Juzgado Administrativo de Infracciones de Tránsito Provincial de San Isidro. La suspensión rige desde el 3 de noviembre de 2025 hasta el 1 de enero de 2099.
Investigación judicial y repercusiones sociales
La causa está en manos de la fiscalía N°4 de San Martín, a cargo de Rubén Moreno. Carballo fue imputado por doble homicidio culposo agravado y lesiones. El test de alcoholemia dio negativo, pero se esperan los resultados de sangre y orina para determinar si estaba bajo efectos de estupefacientes.
En redes sociales, la comunidad evangélica a la que pertenecía la familia inició una colecta para cubrir los gastos del sepelio. El caso generó conmoción y reavivó el debate sobre la responsabilidad al volante y la necesidad de controles más estrictos.
La tragedia de José C. Paz deja una marca profunda en la sociedad y plantea una pregunta urgente: ¿cuántas vidas más deben perderse para que se actúe con firmeza frente a la imprudencia vial?



