El estadio de Rosario Central es el escenario de un duelo cargado de tensión: River y Racing se enfrentan por los cuartos de final de la Copa Argentina. Para Marcelo Gallardo, el partido representa mucho más que una clasificación. Su equipo llega con cuatro derrotas consecutivas y una crisis futbolística que amenaza con escalar si no logra avanzar.
Del otro lado, Racing aparece como el único sobreviviente argentino en la Copa Libertadores, y Gustavo Costas busca consolidar su proyecto con una victoria que lo acerque a otro título nacional.
El encuentro también tiene un condimento emocional: será el primer partido de Maximiliano Salas ante River, su exclub, tras una polémica salida en el último mercado de pases. La hinchada de Racing, que lo vio brillar en la Supercopa y la Recopa Sudamericana, promete un recibimiento hostil.




