La Cámara de Diputados abrió este miércoles su sesión preparatoria en un clima de alta tensión política, marcado por un cruce de gritos y cánticos entre los bloques de La Libertad Avanza y Unión por la Patria. El episodio se desató inmediatamente después de la entonación del Himno Nacional, cuando el diputado salteño del PJ, Aldo Leiva, le gritó al presidente Javier Milei la consigna “¡La patria no se vende!”, lo que generó una inmediata reacción del oficialismo.
Los legisladores libertarios respondieron al grito con un enfático “¡Presidente! ¡Presidente!”, mientras Milei -que había entonado el himno con visible entusiasmo- levantaba los brazos y festejaba. Desde uno de los palcos, Karina Milei acompañó con aplausos, al igual que los invitados afines al Gobierno.
La aparición de Milei en el palco de la presidencia generó un estallido en un sector del recinto y el bloque de LLA, que le cantaba “Presidente, Presidente”. El momento incluyó aplausos y hasta reverencias de parte de algunos diputados libertarios.
Pero una vez pasado ese momento, comenzaron los cruces. El diputado del peronismo Aldo Leiva se paró de su banca, miró hacia la zona donde estaba Milei y gritó: “Presidente, la Patria no se vende”. Y llegaron las respuestas. “Libertad, libertad”, gritaron desde el bloque de LLA. Y la réplica vino del bloque K: incentivados por Juan Grabois, comenzaron a cantar “la Patria no se vende”.

En este momento quedó en claro cómo va a estar compuesto el recinto. El peronismo y los libertarios enfrentados y, en el medio, el resto de los bloques en silencio.
“Andá a bañarte”, se escuchó desde las gradas que le gritaban a Del Caño quien, visiblemente enojado, le respondía a Lemoine y señalaba la presencia de la “represora” de Patricia Bullrich.
Esta situación se fue repitiendo y uno de los momentos más violentos se suscitó con la diputada que responde a Guillermo Moreno, Marita Velázquez, quien luego de jurar se quedó discutiendo en fuertes términos con Lemoine.

Otro momento generó cruces e hizo que la diputada kirchnerista Paula Penacca le reclamara a la presidencia de la Cámara, ocupada por el diputado con mayor edad, el radical Gerardo Cipolini, que “controle” a los libertarios. Fuecuando iba a jurar Jorge Taiana y desde las gradas le gritaron “viejo tira bombas”.
Los gritos se fueron repitiendo en diferentes momentos de la sesión. Los juramentos invocando la libertad de CFK, por un lado, y los saludos de puños levantados en señal de “fuerza” hacia el presidente de Milei, que respondía con los pulgares para arriba o con el mismo gesto, por el otro.

El bloque libertario mostró cohesión y organización, tanto es así que en cada una de las bancas había un papel con el nombre y apellido de quién la tenía que ocupar.
También se mostró menos “reprimido” a la hora de gritar y hacer valer su número. Con 95 legisladores se impuso al peronismo y quedó como la primera minería.



