Las trabajadoras bancarias de Tucumán decidieron abandonar sus puestos este jueves para marchar frente a Tribunales, en respaldo a la joven que denunció por abuso sexual a cuatro exfutbolistas de Vélez Sarsfield. La protesta coincide con una audiencia clave en la que los abogados solicitarán que un juez desestime la causa abierta en su contra, así como la de su padre, varios testigos y los letrados que la representan, luego de que uno de los acusados promoviera una denuncia paralela por presunta organización criminal. La causa paralela, impulsada por uno de los imputados, acusa a todos ellos de integrar una supuesta “organización criminal”.
La marcha, convocada por La Bancaria y organizaciones feministas, se realiza bajo la consigna “si tocan a una, respondemos todas”. Las manifestantes denuncian una persecución judicial y exigen que se escuche a las víctimas, no que se las silencie. El conflicto se originó en marzo de 2024, cuando la joven denunció haber sido abusada por Abel Osorio, José Florentín Bobadilla y Braian Cufré, tras una reunión en un hotel convocada por el arquero Sebastián Sosa.
La fiscal Mariana Rivadeneira abrió una investigación contra los denunciantes, testigos y abogados, excepto el diputado Carlos Cisneros. Hace unas semanas se realizaron allanamientos simultáneos y se incautaron elementos que serán peritados. Los querellantes impugnaron los procedimientos y pidieron declarar nula la investigación. Si el juez acepta el planteo, la causa podría dar un giro radical.
La movilización gremial marca un hecho inédito en la provincia. Las bancarias se ausentan de sus tareas para exigir justicia, lo que podría afectar la atención en los bancos. Las consignas que acompañan la protesta son contundentes: “Callar es aceptar la impunidad”, “Las víctimas merecen ser escuchadas, no perseguidas” y “La verdad no se allana, se exige”.