En una sesión cargada de reproches y bajo fuerte operativo de seguridad, el Concejo Deliberante de Yerba Buena aprobó el nuevo Código de Ordenamiento Urbano (COU). La votación terminó empatada y se definió por el voto del presidente Javier Jantus (Cambia Tucumán), quien defendió la reforma como “necesaria y trabajada durante más de dos años”.
El nuevo COU reemplaza al vigente desde 1994 y redefine el modelo de ciudad: limita la altura de edificios, pone freno a los barrios cerrados extensos, amplía las áreas de protección patrimonial y establece criterios para evitar “paredones muertos” en zonas residenciales.
Entre los puntos más polémicos:
- Se permitirán construcciones de hasta cinco niveles en zonas como el norte de la avenida Perón.
- Se fija un tope de 250 metros para urbanizaciones privadas, obligando a abrir calles públicas si se supera esa longitud.
- Se amplía el “casco viejo” como área protegida, aunque se eleva la altura permitida de 7 a 8 metros y la densidad poblacional por hectárea.
La oposición cuestionó los cambios de último momento, la falta de estudios técnicos y el impacto ambiental. Walter “Kabuby” Aráoz denunció que “el norte de la Perón será de cemento, vertical y con muchas marquesinas”. María Decoud Griet calificó el proyecto como “un código de urbanización inmobiliario”.
Desde el oficialismo, Franco Marigliano defendió el trabajo de la arquitecta Isabel Salas y aseguró que “hay un salto cualitativo” en la planificación urbana. El nuevo COU divide la ciudad entre zonas comerciales y residenciales, limita la altura en áreas sensibles y reafirma la identidad de “Ciudad Jardín”.