Cada minuto acerca al Mundial 2026 y este viernes Washington será el epicentro del primer gran acto de una cita que, por primera vez, recibirá a 48 selecciones. El sorteo final, esperado por millones de hinchas, dirigentes y entrenadores, marcará el rumbo inicial de un torneo que se desplegará en Estados Unidos, México y Canadá, en la edición más ambiciosa que haya organizado la FIFA.
Hasta allí viajó la Selección Argentina, representada por Lionel Scaloni, su cuerpo técnico y dirigentes de la AFA, quienes se sumaron a las otras 41 delegaciones ya clasificadas mientras se definen los seis cupos restantes en los repechajes.
El escenario elegido es el histórico Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, en el corazón político de Washington. A pocas cuadras de la Casa Blanca y el Capitolio, el edificio amaneció desde el martes rodeado por un operativo de seguridad inédito para un evento deportivo. Calles bloqueadas, patrullas reforzadas y estrictos controles marcan el pulso de una ciudad fría y sin clima mundialista pero plenamente blindada para recibir a gobernantes, estrellas y leyendas deportivas. La alfombra roja quedó montada desde el miércoles por la noche, cuando comenzaron a llegar las delegaciones y los primeros invitados.
La lista de asistentes incluye a jefes de Estado de los países anfitriones: el primer ministro de Canadá, Mark Carney; la presidenta de México, Claudia Sheinbaum; y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya presencia fue confirmada por la Casa Blanca el jueves. Hubo una ausencia que ya se descontaba: la de Javier Milei, que decidió no viajar por cuestiones de agenda. También estarán figuras de peso dentro de la FIFA, lideradas por su presidente Gianni Infantino, patrocinadores globales y representantes de federaciones que todavía buscan su lugar vía repechaje.
La conducción de la gala estará en manos de tres figuras pensadas para darle alcance global: Heidi Klum, supermodelo y productora ganadora del Emmy; el comediante y actor Kevin Hart, una de las caras más taquilleras de Hollywood; y Danny Ramírez, actor y productor estadounidense con raíces latinas. Klum anticipó el espíritu del evento: “Es verdaderamente extraordinario volver a presentar el sorteo final después de haberlo hecho hace 20 años en mi país. El Mundial tiene la capacidad única de unir al mundo, y formar parte de esa magia otra vez es un privilegio indescriptible”.
Ramírez aportó su propia mirada, muy ligada a la identidad del certamen que une a tres países: “Crecí jugando al fútbol. Tener la oportunidad de presentar este sorteo, conocer a leyendas mundialistas y conversar con ellas es un sueño hecho realidad. Que el torneo se celebre en Estados Unidos, donde nací, y en México, tierra de mis raíces, lo hace todavía más especial”.
Mientras los flashes se concentren en los presentadores, quienes estarán parados frente a los bombos serán deportistas icónicos de distintas disciplinas. El conductor del sorteo será Rio Ferdinand, histórico capitán del Manchester United y de la selección inglesa, acompañado por la presentadora Samantha Johnson. “Dirigir este histórico sorteo es un honor increíble. Cuando era futbolista, soñaba con jugar Mundiales. Ahora, estoy agradecido de desempeñar una función distinta”, dijo el inglés.
A su alrededor se ubicarán nombres que exceden cualquier frontera deportiva: Tom Brady, leyenda de la NFL y siete veces campeón del Super Bowl; Wayne Gretzky, miembro del Salón de la Fama de la NHL; Aaron Judge, figura de los New York Yankees; y Shaquille O’Neal, ícono de la NBA y múltiples veces campeón con Los Ángeles Lakers. Todos fueron confirmados por FIFA entre martes y miércoles, cuando se cerró el protocolo final de invitados.
Cómo será la mecánica del sorteo del Mundial 2026
El sorteo del Mundial 2026 se organiza a partir de cuatro bombos de 12 selecciones, ordenados por el ranking FIFA más reciente. Los 12 cabezas de serie —incluidos los tres anfitriones, Estados Unidos, México y Canadá— encabezan sus grupos del A al L. A partir de ahí, las bolillas se extraen en orden: primero se determina el grupo y luego la posición dentro del cuadro, que fija el calendario para cada equipo. Como siempre, rige la regla geográfica: no puede haber dos selecciones de la misma confederación en un mismo grupo, salvo UEFA, que por su gran cantidad de participantes puede tener hasta dos en la misma zona.
La mecánica es lineal, pero exige precisión logística: una vez completado el primer bombo, la ceremonia avanza bombo por bombo, ajustando automáticamente los grupos que no pueden recibir determinados equipos por restricciones de confederación. Cuando surge un cruce prohibido, el sistema saltea ese grupo y ubica a la selección en el siguiente posible. Así, la FIFA garantiza que las 48 selecciones queden distribuidas en 12 grupos de cuatro, con un fixture definido desde el mismo momento en que se asigna la posición (por ejemplo, A2, C3, F4). El resultado final deja establecida toda la fase de grupos, las sedes y el trazado inicial del cuadro de eliminatorias.
