Investigadores del Reino Unido desarrollaron un sensor de diamantes que mejora significativamente la detección del cáncer durante cirugías. El dispositivo, portátil y ultrapreciso, permite localizar tumores y ganglios linfáticos afectados sin recurrir a materiales tóxicos ni sustancias radiactivas. El equipo fue liderado por Alex Newman, doctorando en Física en la Universidad de Warwick, junto al profesor Gavin Morley, en colaboración con el University Hospitals Coventry and Warwickshire NHS Trust.
El sensor utiliza nanopartículas de óxido de hierro y un cabezal de apenas 10 milímetros, lo que lo convierte en el primero de su tipo apto para cirugías endoscópicas y laparoscópicas. Su diseño compacto y seguro responde a una necesidad urgente en medicina: detectar la dispersión del cáncer sin poner en riesgo a pacientes ni al personal médico.
El corazón del dispositivo es un diminuto diamante de 0,5 milímetros cúbicos, capaz de detectar variaciones microscópicas del campo magnético gracias a sus centros de vacante de nitrógeno. Estas propiedades permiten rastrear nanopartículas magnéticas inyectadas en el cuerpo antes de la operación, que viajan por el sistema linfático junto con posibles células cancerosas.
Además, el sensor evita el uso de trazadores radiactivos y tintes azules, técnicas tradicionales que implican riesgos como reacciones alérgicas o exposición a radiación. Según el doctor Stuart Robertson, cirujano en UHCW NHS Trust, esta tecnología ofrece ventajas claras frente a los métodos convencionales.
La sensibilidad del sensor de diamantes permite detectar solo una centésima parte de la dosis clínica habitual de trazador magnético. Por otro lado, su portabilidad facilita la integración en equipos quirúrgicos existentes, incluso en hospitales sin acceso a tecnología radiactiva.
Los resultados del estudio demostraron que el sensor funciona con precisión a larga distancia, lo que abre la puerta a procedimientos más rápidos y menos invasivos. Además, el profesor Morley anticipa aplicaciones futuras en campos como la energía de fusión y la exploración espacial.
Este avance tecnológico podría aplicarse a la detección de otros tipos de cáncer, como el de pulmón, hígado, colon y esófago. La combinación de portabilidad, sensibilidad y seguridad posiciona al sensor de diamantes como una herramienta clave en la medicina moderna.