La Legislatura de Tucumán sesiona hoy con una carga política inusualmente alta. Por primera vez en el año, se habilitaron las manifestaciones generales, lo que permitirá a cada legislador expresarse durante cinco minutos. Esta apertura coincide con un contexto post-electoral cargado de controversias, escándalos institucionales y debates sobre la reforma electoral.
El vicegobernador Miguel Acevedo anticipó que controlará con firmeza los tiempos de exposición. Lamentó el escándalo que sacudió a la Policía provincial y pidió un “saneamiento urgente” para recuperar la confianza ciudadana. También reconoció resistencias internas a la reforma electoral, especialmente de caciques territoriales del este y oeste, pero aseguró que avanzará con los consensos posibles. Entre las propuestas figura la implementación de la Boleta Única Electrónica (BUE), que permitiría votar en pantalla y registrar la elección en papel.
En paralelo, el Tribunal de Cuentas abrió un juicio de responsabilidad por la entrega irregular de mercadería desde Desarrollo Social a la Caja Popular. Este tema podría encender los discursos opositores, junto con otros reclamos que circulan en los pasillos legislativos.
El orden del día incluye temas institucionales como la ratificación de representantes en el Consejo Asesor de la Magistratura y la aprobación de expropiaciones para la construcción del Acueducto Vipos, obra que beneficiará a más de 400.000 tucumanos. También se debatirá la extensión de la suspensión de juicios prendarios hasta diciembre de 2026 y la instalación de calefones solares en viviendas del IPV.
La sesión promete cruces intensos, defensas oficialistas y reclamos opositores. La habilitación de las manifestaciones generales abre el micrófono político en un momento de alta sensibilidad institucional.




