San Martín llegó a Floresta con la presión de sumar para seguir en carrera por el ascenso. El equipo de Campodónico intentó imponer condiciones, pero repitió fórmulas sin chispa y cayó en un juego trabado.
El arranque mostró a dos equipos midiendo fuerzas. San Martín fue el que más buscó, aunque sus intentos se diluyeron en centros sin dirección o jugadas que morían antes de lastimar a Roberto Ramírez, arquero del local.
El segundo tiempo arrancó con otra actitud del “Santo”, decidido a ir al frente. Aníbal Paz, la revelación del “Santo”, mostró destellos antes de irse reemplazado. Campodónico movió el banco recién pasados los 25 minutos, con el ingreso de Gonzalo Rodríguez y Mauro González saltaron a escena. Pero las variantes llegaron tarde y no cambiaron la historia.
All Boys inquietó con algunas apariciones aisladas de Julián Ceballos y de Agustín Gallo; aunque sin demasiado peso. San Martín, en cambio, cayó en un laberinto de pases hacia atrás y jugadas que se cortaban solas. Y de esa manera, el dominio territorial no se tradujo en peligro real.
En los últimos minutos, la desesperación fue más fuerte que la claridad. Los cambios de Cuevas y Franco García, a dos del cierre, no lograron modificar nada. El empate dejó a San Martín a seis puntos de la cima, con apenas 18 unidades en juego. La falta de precisión, los centros sin destino y la desesperación final marcaron una noche que pudo costarle caro. En un torneo donde los empates pesan como derrotas, el equipo tucumano se marchó con bronca y sin margen de error.