Sabrina Pasarín, conocida en Tucumán por su historial judicial y mediático, volvió a ser protagonista de un grave episodio vial. El miércoles 7 de mayo de 2025, alrededor de las 22:10, fue interceptada por personal policial mientras conducía un automóvil gris a gran velocidad por calle Crisóstomo Álvarez, cruzando la avenida Alem en sentido este-oeste.
Al notar la maniobra temeraria, los agentes intentaron detenerla para evitar un siniestro vial. Sin embargo, Pasarín desobedeció la orden y se dio a la fuga, iniciándose una persecución que terminó en avenida Mate de Luna al 2000, donde ingresó abruptamente a un garaje sin portón para intentar escapar.
Tras un forcejeo con una oficial de policía, finalmente fue reducida. Los efectivos constataron que el vehículo presentaba signos de adulteración en la numeración del motor, chasis y stickers de seguridad. La pericia físico-mecánica confirmó luego que el rodado estaba modificado y con documentación irregular.
La Unidad Especializada de Usurpaciones, Estafas y Cibercriminalidad II del Ministerio Fiscal imputó a Pasarín por desobediencia a la autoridad en concurso ideal con falsificación, adulteración o supresión de numeración.
La auxiliar de fiscal Daniela Briz Tomás, en representación del fiscal subrogante José Sanjuán, pidió prisión preventiva por 10 días argumentando riesgos de fuga y entorpecimiento de la investigación.
“Estamos ante una persona que ya fue condenada por homicidio culposo y que tiene una inhabilitación para conducir vigente. Su conducta demuestra desprecio por la ley y pone en riesgo a terceros”, sostuvo la funcionaria.
Pese a ello, la jueza interviniente rechazó el pedido y otorgó medidas de coerción de menor intensidad durante los seis meses de investigación, como la firma quincenal en Fiscalía. La magistrada consideró que Pasarín posee arraigo, aunque el Ministerio Público Fiscal ya impugnó la resolución por considerarla “falta de motivación”.
Un historial de tragedias y reincidencias
No es la primera vez que el nombre de Sabrina Araceli Pasarín aparece vinculado a hechos viales con consecuencias judiciales.
En 2019, cuando conducía una Chevrolet S10, cruzó un semáforo en rojo e impactó violentamente contra un Chevrolet Corsa, provocando la muerte instantánea de Rodrigo Alejandro Carrizo (31).
La Justicia la condenó en septiembre de 2021 a tres años de prisión condicional por homicidio culposo, además de una inhabilitación para conducir por cinco años, tratamiento psicológico obligatorio y control periódico de consumo de alcohol y drogas.
Sin embargo, ese no fue su primer antecedente. Años antes, siendo menor de edad, había protagonizado otro siniestro en el que murió su amiga Lucía Nieto (14), al caerse de la motocicleta que ella conducía.
Además, su nombre estuvo rodeado de polémicas mediáticas por su vida de lujos, su vínculo con el narcotráfico a través de su padre, Mario Alberto Pasarín (procesado por delitos de drogas), y su exposición en redes sociales, donde exhibía autos de alta gama y viajes mientras enfrentaba procesos judiciales.
Con esta nueva imputación, Pasarín podría perder el beneficio de la prisión condicional que mantiene desde 2021. Si la Justicia determina que incumplió las condiciones impuestas, la condena anterior podría tornarse de cumplimiento efectivo.
La auxiliar fiscal Briz Tomás advirtió que, si se dicta una nueva sentencia condenatoria, la pena será indefectiblemente de cumplimiento efectivo.