La reforma laboral que el Gobierno envió al Congreso introduce un giro que podría transformar la forma en que millones de argentinos cobran sus ingresos. El proyecto abre la puerta para que los salarios puedan acreditarse no solo en cuentas bancarias tradicionales, sino también en billeteras virtuales como Mercado Pago, Personal Pay u otras plataformas autorizadas.
La medida impactará tanto en empleados en relación de dependencia como en repartidores y choferes que trabajan a través de aplicaciones digitales, quienes también podrán recibir sus pagos en cuentas virtuales (CVU) y no únicamente en cuentas bancarias (CBU), como ocurre hoy.
El cambio ya generó tensión entre bancos y fintech. Mientras las entidades financieras advierten que el sistema puede exponer a los asalariados a mayores riesgos, las billeteras responden que todo el dinero circula finalmente por el sistema bancario y que lo central es garantizar la libertad de elección del usuario.
En medio de esa disputa, el Gobierno abre un mercado enorme para las plataformas digitales: actualmente existen unas 10 millones de cuentas sueldo, todas radicadas en bancos. Si el Congreso aprueba la reforma, esos mismos trabajadores podrán solicitar que su empleador les transfiera el salario directamente a una billetera virtual.
El antecedente ya está en marcha. Mercado Pago, por ejemplo, paga cada mes la Asignación Universal por Hijo (AUH) a 1,3 millones de beneficiarios y busca sumar jubilaciones y pensiones dentro del ecosistema ANSES, que hoy incluye a 16 millones de personas.
Qué dice el proyecto
La reforma modifica el artículo 124 de la Ley de Contrato de Trabajo y establece que las remuneraciones podrán depositarse en una cuenta bancaria, en una institución oficial de ahorro, en un Proveedor de Servicios de Pago (PSP) habilitado por el Banco Central o en cualquier otra entidad que la autoridad regulatoria autorice para este fin.
Los PSP son, en la práctica, las billeteras virtuales sin licencia bancaria. La frase “habilitados por el BCRA para tal actividad” abre un interrogante: ¿basta con ser PSP o se requerirá una aprobación específica para pagar salarios? Esa definición llegará cuando se reglamente la ley.
La reforma también introduce un capítulo destinado a choferes y repartidores de aplicaciones como Uber, Cabify o PedidosYa, quienes pasarán a ser considerados “prestadores independientes”. Entre sus obligaciones figurará la de poseer una cuenta bancaria o billetera electrónica con CBU o CVU informada a la plataforma para recibir sus pagos.
Hoy, muchas apps exigen cuentas bancarias; otras permiten elegir entre CBU o CVU. Si se aprueba la reforma, todas deberán aceptar el pago en billeteras virtuales.
En un país donde el uso de pagos digitales crece año tras año, el proyecto marca un punto de inflexión: el salario —uno de los instrumentos más regulados del sistema económico— podría salir definitivamente del circuito bancario tradicional y pasar a competir en un terreno donde las fintech llevan ventaja.




