La Legislatura de Tucumán retomó el debate por la reforma electoral y actualmente analiza más de 50 iniciativas vinculadas a los cambios anunciados semanas atrás. Aunque existe la intención de sesionar el jueves 18 para avanzar con un paquete de reformas, el panorama está lejos de estar cerrado: los principales nudos de conflicto siguen siendo la limitación de los acoples y la paridad de género, dos temas que dividen a los bloques e incluso generan rispideces dentro del propio oficialismo.
Los ejes impulsados por el Gobierno
Con el vicegobernador Miguel Acevedo en Chile por el Corredor Bioceánico Central, el proceso quedó en manos de la presidenta de Asuntos Constitucionales, Carolina Vargas Aignasse, y del titular de Legislación General, Gerónimo Vargas Aignasse, quienes trabajan en dictámenes internos y evalúan una reunión conjunta para el lunes.
Los cuatro ejes definidos junto a la Casa de Gobierno son:
- Reducción de acoples.
- Paridad de género.
- Ficha Limpia.
- Puntaje para docentes que actúen como autoridad de mesa.
La idea es elaborar dictámenes unificados para cada tema antes de una eventual reunión de Labor Parlamentaria.
Limitación de acoples: el punto más sensible
Acevedo había asegurado la semana pasada que existía “consenso casi total” para que el tope de acoples coincida con la cantidad de bancas en juego en cada sección.
De ese modo, un candidato a gobernador podría acoplar hasta 12 listas en el Este, 18 en el Oeste y 19 en Capital, mientras que los postulantes a intendente tendrían un límite equivalente a las bancas en disputa (18 en San Miguel de Tucumán, 12 en Banda del Río Salí, 10 en Yerba Buena).
Sin embargo, la oposición propone un máximo de cinco colectoras, una diferencia difícil de conciliar.
Incluso dentro del oficialismo hay reparos: dirigentes del interior buscan una audiencia con el gobernador Osvaldo Jaldo porque rechazan el esquema planteado.
Paridad de género: ¿sólo en las listas o también en el cuerpo legislativo?
El segundo eje polémico es la paridad. El entorno del vicegobernador impulsa una alternancia estricta —hombre/mujer— con reemplazos del mismo género.
Pero los proyectos presentados no son uniformes: algunos plantean paridad en las listas, otros pretenden paridad en la conformación final del cuerpo legislativo, algo que legisladores consideran de difícil aplicación dentro del sistema de acoples.
Otra discusión abierta es qué sucede cuando un legislador electo renuncia antes de asumir. Varios sectores plantean que la paridad rija solo en el armado de listas, no en los reemplazos, algo que deberá definirse con el Poder Ejecutivo.
La oposición, entre el desencanto y la cautela
En los bloques opositores domina la desilusión. Reclaman que en los anuncios iniciales se mencionó la posibilidad de eliminar los acoples, avanzar hacia una boleta única electrónica y hasta discutir una reforma constitucional, cuestiones que finalmente no están incluidas en el temario actual.
“El sistema necesita cambios de fondo y esto no deja de ser maquillaje”, cuestionó Claudio Viña, titular de Compromiso Tucumán, quien no descartó la posibilidad de que su bloque no asista al recinto si los dictámenes no resultan “sustanciosos”.
También criticaron la marcha atrás legislativa los radicales Manuel Courel y Silvia Elías de Pérez, que recordaron que hubo viajes de capacitación a Salta en torno a la boleta única electrónica.
Courel señaló directamente a Sergio Mansilla y al ministro del Interior Darío Monteros como los principales opositores a los cambios profundos: “Hubo intenciones, pero un sector frenó cualquier avance”, afirmó.
Un contexto complejo y poco tiempo para consensos
A pocos días de la fecha tentativa de sesión, las comisiones trabajan contra reloj. Aunque algunos temas —como Ficha Limpia o el puntaje docente— tendrían un acuerdo mayoritario, las diferencias en paridad y acoples continúan trabando los dictámenes.
La reforma electoral, anunciada como una señal de modernización institucional, enfrenta así un escenario complejo: resistencias internas, reclamos opositores y poco margen legislativo para ordenar un debate que aún no encuentra su punto de equilibrio.




