El sector exportador de carne vacuna se encamina a cerrar un 2025 histórico, con ingresos proyectados en US$ 3.700 millones, el nivel más alto registrado en, al menos, los últimos quince años. Así lo confirmó el presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC), Mario Ravettino, quien destacó que el incremento se dará a pesar de que el volumen exportado será ligeramente inferior al del año pasado.
Según Ravettino, los envíos rondarán las 700.000 toneladas, por debajo de las 770.000 toneladas alcanzadas en 2024. Sin embargo, la firmeza de los precios internacionales permitirá alcanzar un crecimiento cercano al 25% interanual en el valor total exportado.
“Estaremos en las 700.000 toneladas de las 770.000 que estuvimos el año pasado. Y vamos a tener un incremento en el valor. Yo creo que vamos a terminar en US$ 3.700 millones, que comparado con los US$ 3.000 millones del año pasado, nos da un 25% o un 26% de incremento”, señaló el dirigente.
Agregó que, aunque hubo una leve baja en la última etapa del año, “los mercados han estado firmes en materia de precios”, lo que permitirá cerrar el período con el mejor desempeño de la última década y media.
Los desafíos para 2026: cupos con EE.UU. y definiciones desde China
A pesar del balance positivo, el sector enfrenta dos frentes clave que podrían incidir en la actividad durante el próximo año:
la ampliación del cupo de exportación hacia Estados Unidos y la salvaguardia que evalúa China, principal destino de la carne argentina.
Ampliación del acuerdo con Estados Unidos
Ravettino confirmó que existe un “pacto de confidencialidad” entre ambos gobiernos, pero adelantó detalles sobre el entendimiento en marcha. La ampliación llevaría el cupo de 20.000 a 80.000 toneladas, aunque aclaró que no se trata de una cuota tradicional, sino de un acuerdo de reciprocidad arancelaria.
“Serían 80.000 toneladas excedentes a las 20.000 que tenemos, pero de reciprocidad: eso quiere decir que pueden ir de Argentina a Estados Unidos y pueden venir de Estados Unidos a Argentina. De arancel cero y de posiciones arancelarias similares”, explicó.
Según el dirigente, esto permitiría enviar una mayor diversidad de productos, incluidos cortes de alta calidad, lo que potenciaría la competitividad del sector.
La salvaguardia china y su impacto
El otro punto crítico es la salvaguardia que evalúa China, cuya decisión está prevista para el 26 de enero, luego de una postergación de dos meses. El mecanismo podría establecer límites a las importaciones desde Argentina y otros proveedores.
Ravettino se mostró prudente, pero confiado. “China necesita proteína animal”, sostuvo, y anticipó que la medida podría derivar en una cuotificación por país, basada en la “past performance” de los últimos tres años. Esto permitiría conservar el volumen exportado y mantener el actual arancel del 12%.
Además, recordó que el Año Nuevo chino se celebra en febrero, lo que aumenta la demanda de mercadería y abre una ventana favorable para los proveedores internacionales.
“No creo que la salvaguardia sea muy agresiva con los países exportadores. El objetivo es evitar perjuicios a la ganadería china, pero también garantizar la oferta”, opinó.




