Un operativo sorpresa en el penal de Villa Urquiza reveló una nueva falla en el control penitenciario: tres internos con antecedentes por robo y evasión ocultaban 70 bochitas de cocaína y más de 200 psicofármacos en sus celdas. La requisa comenzó minutos después de la medianoche del domingo y se extendió hasta las 3 de la mañana, con intervención directa de personal de la Unidad.
Tras el hallazgo, la Dirección Drogas Peligrosas (DIDROP) Capital realizó pruebas de campo y secuestró las sustancias. La Unidad Fiscal abrió una nueva causa contra los detenidos por infracción a las leyes de Estupefacientes y Narcomenudeo. Los psicotrópicos fueron decomisados de inmediato.

Parte de la droga que se incautó dentro del penal de Villa Urquiza.
¿Los operativos sorpresa son suficientes para desmantelar las redes internas?
El caso expone la fragilidad del sistema carcelario tucumano, donde el ingreso de drogas y el manejo interno de sustancias prohibidas siguen generando alarma. La requisa se enmarca en una serie de controles que buscan frenar el narcomenudeo intramuros, pero también revela la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad y vigilancia.

Pasan gestiones e igualmente no se puede erradicar el ingreso de drogas a la cárcel.
Es muy difícil obtener estadísticas consolidadas y oficiales sobre los hallazgos de drogas dentro de la cárcel de Villa Urquiza, ya que la información a menudo se difunde a través de comunicados de prensa puntuales o notas periodísticas tras cada operativo, en lugar de un informe oficial periódico.
No obstante, se pueden recopilar múltiples registros de hallazgos que dan cuenta de una problemática recurrente en el penal.