La Municipalidad de San Miguel de Tucumán encendió la mecha de una nueva controversia al emitir una resolución que prohíbe a los choferes de colectivos reproducir música durante el servicio. La medida, según el Ejecutivo local, busca “evitar molestias a los pasajeros” y garantizar un ambiente neutral en el transporte público.
Sin embargo, la reacción no tardó en llegar. Choferes de distintas líneas expresaron su malestar, argumentando que la música ayuda a sobrellevar las largas jornadas laborales y que, en muchos casos, los pasajeros disfrutan del ambiente musical. “Nos quieren convertir en robots”, dijo uno de los conductores afectados.

La polémica también se trasladó a las redes sociales, donde usuarios del transporte público se dividieron entre quienes celebran la decisión por considerar que la música puede resultar invasiva, y quienes la critican por eliminar una costumbre popular que forma parte del folclore urbano.
La resolución no contempla excepciones ni establece criterios sobre volumen o tipo de música, lo que generó aún más confusión. Algunos sindicatos ya analizan presentar recursos para revertir la medida, mientras que desde la Municipalidad aseguran que se trata de una política de convivencia.