Este jueves, San Miguel de Tucumán amaneció con un paro de colectivos que afecta a casi todo el servicio urbano. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidió la medida de fuerza en rechazo a la suspensión de 150 choferes por parte de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (AETAT).
La huelga paraliza 13 de las 14 líneas que operan en la capital. La única empresa que mantiene el servicio es la Línea 8, que no aplicó sanciones a su personal.
Los empresarios del transporte acusan al Municipio de no controlar el transporte ilegal, especialmente Uber Moto. Además, tras las elecciones del 26 de octubre, Aetat propuso implementar un sistema de pago por kilómetro recorrido, similar al modelo de Salta, para garantizar ingresos sostenibles.
Sin embargo, desde el Municipio se calificó la postura empresarial como “extorsiva”. Aetat respondió que la “inacción” oficial favorece el quebranto del sector. Aclararon que no buscan aumentar tarifas, sino modificar el esquema de financiamiento
Durante la jornada, la UTA definirá los próximos pasos. Mientras tanto, la ciudad enfrenta una jornada caótica, con miles de personas sin acceso al transporte público. El conflicto pone en evidencia la fragilidad del sistema y la necesidad urgente de acuerdos entre las partes.




