Un nuevo y grave escándalo sacude a la Policía de Tucumán. Una joven agente denunció a un compañero por un hecho de abuso sexual ocurrido en un departamento de la capital provincial.
Según su declaración, todo ocurrió la tarde del 21 de noviembre. La agente aceptó la invitación de un colega para ir a su departamento “a tomar un helado y despejarse”. Contó que estaba atravesando un momento familiar complicado y buscaba conversar con alguien de confianza.
La joven explicó que conocía al acusado desde hacía un tiempo. Nunca había notado actitudes extrañas. Sin embargo, al terminar el helado, todo cambió. Según la denuncia, el efectivo comenzó a tocarla sin consentimiento y a besarla pese a sus pedidos para que se detuviera.
Ella intentó alejarse, pero el hombre la habría empujado sobre una cama. También habría intentado inmovilizarla para impedirle salir. La agente dijo que gritó para alertar a los vecinos. En su relato, aseguró que el agresor intensificó los abusos antes de finalmente soltarla.
Aun así, el acusado no habría permitido que se retirara de inmediato. Según la denuncia, tardó varios minutos en abrir la puerta, lo que la dejó en una situación de encierro y miedo.
La joven logró escapar y se retiró del lugar conmocionada. No denunció de inmediato por temor a trabajar a diario con el señalado. Horas después habló con una autoridad de su curso, quien notificó a los superiores y la acompañó a radicar la denuncia.
La agente pidió una restricción de acercamiento contra el acusado. Ambos son miembros de la fuerza provincial, lo que generó un fuerte impacto dentro de la institución.
La denuncia quedó asentada en la Comisaría Sexta y supervisada por la Unidad Regional Capital. Las autoridades policiales y judiciales ya investigan el caso.
La causa quedó caratulada como abuso sexual simple.




