Si bien el movimiento marcadamente alcista de la cotización del dólar tiene costos en términos de inflación, el reciente ascenso al límite superior de las bandas de libre flotación sin intervención no se trasladó de inmediato al nivel de precios al público.
Al mismo tiempo, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral que publica el BCRA se encuentra hoy por encima de la línea de equilibrio teórico de 100 puntos que se estableció el 17 de diciembre de 2015 -al comienzo del gobierno de Mauricio Macri-, un valor que refuta las especulaciones sobre un eventual atraso cambiario bajo el esquema de bandas implementado por el Gobierno desde abril, cuando inició lo que denominó la fase 3 del programa.
Siempre que el dólar empieza a subir, con una dinámica que es habitual ante la proximidad de las elecciones, las tensiones e inquietudes en el mundo financiero se hacen sentir rápidamente.
La apuesta oficial para revertir el clima negativo que se intensificó tras la derrota del gobierno en la elección bonaerense es la negociación con EEUU para obtener un préstamo que asegure el pago de los vencimientos de deuda y fortalezca las reservas del Banco Central.
Las cotizaciones de las acciones y los bonos exhibieron una caída del 40% en 2025, en marcado contraste con los precios récord en Wall Street.
Mientras tanto, las tasas de interés en pesos se mantienen elevadas y desalineadas del proceso de desinflación, lo que distorsiona el funcionamiento del mercado financiero.
La intervención oficial en el mercado de cambios esta semana minó aún más las expectativas, como una señal de debilidad del actual esquema cambiario.
Además, el rechazo a los vetos presidenciales en el Congreso, que habilitó leyes que incrementan el gasto público sin financiamiento previsto, traza un escenario de fragilidad política para darle continuidad a las reformas planteadas por Javier Milei, a falta a dos años y tres meses del final de su mandato.
Durante la última semana la incertidumbre se plasmó a pleno en las cotizaciones. El dólar minorista y dólares alternativos operaron sobre los $1.500, los bonos colapsaron para cotizar a precios similares a los de su salida al mercado tras la reestructuración soberana de 2020 (en torno a los 52 dólares), el índice de riesgo país tocó los 1.500 puntosbásicos y el S&P Merval -que pierde 50% en 2025- retrocedió al nivel de agosto de 2024.