La ministra de Educación, Susana Montaldo, se refirió al violento episodio ocurrido en una escuela de Alderetes, donde una estudiante de 13 años resultó herida con un arma blanca tras ser atacada por un compañero. La funcionaria expresó su preocupación por el caso y llamó a reforzar el rol de las familias en la contención de los adolescentes.
“El niño dice que a él le han dado algo afuera, cuando venía de camino de la casa a la escuela”, señaló al ser consultada por el origen del hecho. Montaldo insistió en que el trabajo con los hogares es clave para evitar que situaciones de riesgo ingresen al ámbito escolar: “Desde el comienzo de la gestión venimos insistiendo en trabajar cada vez más con la familia. Los chicos tienen como primer responsable a la familia y debemos hacerlo de manera mancomunada”.
La ministra remarcó que el control cotidiano debe empezar en casa. “Hay que escuchar a los chicos, revisar mochilas, hablar, ver con quiénes se juntan. No puede la directora revisar 400 mochilas; la familia es la responsable de los chicos que manda a la escuela”, enfatizó.
Sobre las herramientas del sistema educativo para anticipar episodios similares, Montaldo fue categórica: “Nosotros estamos para educar, no somos policías. Si un chico lleva un arma a la escuela, hay que pensar qué está pasando antes. Eso da síntomas. Es como una enfermedad: cuando uno ya llega descompuesto, antes pasaron muchas cosas que no se atendieron”.
En cuanto al abordaje institucional, destacó que la cartera cuenta con mecanismos activos de mediación. “Tenemos 600 escuelas con mediación y estamos avanzando en las primarias y en toda la secundaria. También trabajamos mucho con los centros de estudiantes para que se organicen, aprendan a convivir y a vivir dentro de la escuela”, explicó.
La titular del área también advirtió que en los últimos meses han detectado señales de alarma en adolescentes que demandan un acompañamiento más firme. “Hay adicciones al juego, consumos problemáticos, e incluso el índice de suicidios ha sido importante. Los jóvenes están pidiendo que los adultos los acompañemos”, afirmó. Por ello, remarcó que se vienen desarrollando múltiples instancias de escucha: “unas 20 reuniones con cerca de 30.000 chicos”, entre juegos estudiantiles, talleres y encuentros con centros de estudiantes. “Vamos a profundizar también el trabajo con la familia, para que tengamos los mismos criterios de acompañamiento”, agregó.
Finalmente, Montaldo se refirió al debate sobre el uso del celular en clase, tras la decisión de un colegio privado de restringirlo. Indicó que la postura oficial apunta a regular, no a prohibir. “Los celulares existen, los usamos, son útiles. Pero necesitamos disciplina: definir en qué momentos se usan. Cada profesor debe indicar cuándo lo requiere. No se trata de celular sí o no, sino de un uso responsable”, concluyó.




