José Alperovich y Marianela Mirra contrajeron matrimonio en una ceremonia discreta realizada en Puerto Madero. El enlace se concretó sin invitados ni festejos, apenas con los testigos requeridos y un reducido grupo de familiares.
El casamiento se llevó a cabo en medio del cumplimiento de la prisión domiciliaria del ex gobernador de Tucumán, condenado a 16 años por abuso sexual contra una ex colaboradora.
En declaraciones televisivas, Mirra explicó que la boda estaba prevista desde hace tiempo y negó cualquier ostentación:
“Coronar este amor era un gusto que queríamos darnos. Solo estuvieron los testigos y nunca hubo nada más”.
También desmintió rumores sobre embarazo o tratamientos de fertilidad y aseguró que la unión responde únicamente a su vínculo afectivo:
“Nos casamos por amor. No habrá fiesta ni nada grande; apenas pediremos un delivery”.
Contexto judicial
Alperovich, inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos, cumple su condena en una propiedad en Buenos Aires. Al cumplir 70 años, el juez Juan Ramos Padilla le concedió prisión domiciliaria por razones de salud.
En los días previos al casamiento, el ex mandatario canceló la convocatoria que había hecho a algunos conocidos para acompañar la ceremonia, notificándolos uno por uno vía WhatsApp.
Una relación marcada por crisis públicas
La pareja atravesó separaciones anunciadas en redes sociales, pero según fuentes cercanas citadas por A24.com, permanecen unidos. Mirra acompañó a Alperovich con cartas y mensajes durante la condena.
El casamiento se concretó en el edificio Zen City, en Rosario Vera Peñaloza al 600, donde un contador digital marcó la hora del “sí” a las 18, cerrando una ceremonia discreta, sin estridencias y lejos de la exposición mediática.




