San Martín volvió a decepcionar en La Ciudadela y empató 0 a 0 con Alvarado, en un partido marcado por la tensión y el malestar de los hinchas. El equipo de Campodónico no gana desde el 12 de julio y dejó pasar otra oportunidad clave para acercarse a la cima. Desde el inicio, el clima en el estadio fue hostil: banderas al revés, insultos constantes y reclamos por una actitud más ofensiva.
Los jugadores terminaron cabizbajos, conscientes de que el empate los aleja del Reducido. Franco García fue el único que recibió aplausos aislados, mientras el resto del plantel enfrentó una ola de reproches. Incluso Darío Sand, que había sido ovacionado en la entrada en calor, terminó abucheado.
Campodónico debutó como local bajo una presión insoportable. Los hinchas exigieron cambios urgentes y muchos pidieron su salida. La dirigencia también recibió críticas por la elección del plantel y la falta de respuestas. El próximo partido contra Deportivo Maipú será decisivo: San Martín no solo se juega puntos, sino también la confianza de su gente.