El fútbol sudamericano atraviesa horas de profundo conmoción tras el asesinato de Mario Pineida, lateral izquierdo del Barcelona de Guayaquil, quien fue ejecutado a plena luz del día en lo que la Policía ecuatoriana definió como un “ataque dirigido”. El violento episodio ocurrió este miércoles por la tarde en la ciudad de Guayaquil y también se cobró la vida de una mujer que lo acompañaba.
Según los primeros reportes oficiales y la reconstrucción realizada por medios locales, el hecho se registró alrededor de las 15:53, cuando el jugador de 33 años se encontraba realizando compras en un local comercial junto a dos mujeres, identificadas como su pareja y su madre. De acuerdo a los testimonios recolectados, los tres habrían sido seguidos previamente por los atacantes.
Mientras Pineida y sus acompañantes permanecían en el interior del comercio, dos hombres armados que se desplazaban en motocicletas llegaron al lugar y abrieron fuego sin mediar palabra. La balacera fue inmediata y letal: el futbolista y su pareja murieron en el acto producto de los impactos de arma de fuego.
La madre del jugador fue la única sobreviviente del ataque. Recibió un disparo superficial en la cabeza y, según confirmó el coronel Edison Palacios, se encontraba fuera de peligro. La mujer fue asistida en el lugar durante más de una hora dentro de una ambulancia y posteriormente trasladada a un centro de salud.
“Se puede decir que fue un ataque dirigido. De lo que hemos podido conversar con testigos, dos hombres a bordo de motocicletas llegaron específicamente para victimar”, explicó Palacios ante la prensa, aunque aclaró que hasta el momento no se registraban denuncias previas por amenazas contra el futbolista.
La Policía detalló además que el vehículo de Pineida se encontraba estacionado en las inmediaciones del local cuando fue interceptado por los agresores, quienes tras efectuar los disparos huyeron con rumbo desconocido. Las autoridades descartaron, por ahora, que se haya tratado de un intento de robo, aunque la investigación continúa abierta y no hay detenidos.
El asesinato de Pineida generó un fuerte impacto en el mundo del fútbol ecuatoriano. El Barcelona Sporting Club expresó su pesar a través de un comunicado oficial en el que calificó el hecho como un “atentado” y envió condolencias a los familiares y allegados del jugador.
Mientras avanza la investigación judicial, el crimen vuelve a poner en foco la violencia armada en Ecuador y deja al deporte envuelto en una tragedia que aún busca respuestas.




