Un seguimiento a más de 12.000 personas en Brasil detectó que el consumo elevado de edulcorantes artificiales y alcoholes de azúcar puede acelerar el deterioro de la memoria y las funciones cognitivas, especialmente en personas con diabetesy adultos menores de 60 años.
El trabajo, publicado por la Academia Estadounidense de Neurología en la revista Neurology, cuestiona la percepción de inocuidad de estos sustitutos del azúcar.
Una de las autoras del estudio, la doctora Claudia Kimie Suemoto, profesora de Geriatría y directora del Biobanco de Estudios sobre el Envejecimiento de la Facultad de Medicina de la universidad paulista,explicó qué buscaron con el análisis: “La motivación provino de tres factores principales. En primer lugar, estudios previos ya habían demostrado que los edulcorantes artificiales se asociaban con diversas afecciones, como diabetes tipo 2, cáncer, enfermedades cardiovasculares y depresión, pero aún no se había investigado su posible impacto en la cognición».
El estudio evaluó siete edulcorantes artificiales y encontró asociación entre el consumo excesivo de seis de estos endulzantes y señales de declive en la función cognitiva:
- Aspartamo
- Sacarina
- Acesulfamo-K
- Eritritol
- Xilitol
- Sorbitol
- Tagatosa (no se encontraron evidencias de declive en la cognición)
“Todos los edulcorantes evaluados, con excepción de la tagatosa, se asociaron con el deterioro cognitivo. Sin embargo, las estimaciones de la asociación son similares, lo que impide afirmar que un edulcorante sea peor que el otro”, precisó la científica brasileña.
Diferencias entre edulcorantes
Al analizar cada compuesto, la investigación relacionó el aspartamo, la sacarina, el acesulfamo-K, el eritritol, el xilitol y el sorbitol con un deterioro acelerado de la cognición global, especialmente la memoria. Sin embargo, la tagatosa no mostró asociación con deterioro cognitivo.
El estudio reconoce diversas limitaciones. Se trata de un trabajo observacional y, por tanto, sólo puede establecer asociaciones, no causalidad. Además, los datos sobre la dieta fueron autodeclarados, lo que podría afectar la precisión del consumo reportado.
Tampoco se incluyeron todos los edulcorantes que existen en el mercado, lo que restringe la posibilidad de generalizar los resultados.
Tanto la Academia Estadounidense de Neurología como la revista Neurology resaltan la necesidad de realizar investigaciones adicionales para confirmar estos resultados y establecer si otras alternativas al azúcar refinado, como el puré de manzana, la miel, el jarabe de arce o el azúcar de coco, pueden ser opciones más seguras para la salud cerebral.