El ministro del Interior, Lisandro Catalán, redobla su gira federal por las provincias en un contexto político marcado por las derrotas legislativas del oficialismo. A pesar de los votos en contra de los gobernadores a proyectos clave, el funcionario mantiene su estrategia de diálogo territorial.
Las recientes caídas en el Congreso dejaron sin efecto los vetos de Javier Milei a las leyes de Financiamiento Universitario, Emergencia Pediátrica y ATN. Este escenario endureció la postura de varios mandatarios provinciales que antes se mostraban abiertos al diálogo con la Casa Rosada.
Viaje a San Juan y Catamarca
Este viernes, Catalán arribará a San Juan, donde se reunirá con el gobernador Marcelo Orrego. La visita se confirmó pese a las tensiones políticas tras los últimos cruces legislativos. La próxima semana, el ministro continuará su recorrido en Catamarca, con un encuentro pautado con Raúl Jalil. Aunque Jalil acompañó algunos proyectos oficiales, sus diputados votaron en contra en las últimas sesiones.
Gobernadores en reclamo de fondos
La gira se da en un contexto de provincias desfinanciadas. Mandatarios del norte y del centro del país reclaman a la Nación la falta de fondos para obras de infraestructura, salud y educación. Además, acusan al Gobierno de multiplicar los anuncios que luego no se concretan.
Los gobernadores buscan recuperar recursos que consideran esenciales para la gestión cotidiana, mientras muestran un frente cada vez más unido contra las medidas de ajuste. Sin embargo, Catalán apuesta a mantener abiertos los canales de comunicación con quienes aún tienen margen para negociar.
Estrategia de diálogo federal
La insistencia de Catalán en sostener la estrategia de diálogo federal responde a la necesidad del Gobierno de tender puentes con sectores provinciales que resultan clave para futuros proyectos legislativos. El ministro sabe que, sin esos apoyos, la agenda oficial quedará paralizada en el Congreso.
Por otro lado, su presencia en los territorios busca mostrar una señal política: el Gobierno intenta recuperar cercanía con las provincias a pesar del desgaste. La gira, además, servirá como termómetro del humor de los mandatarios frente a las decisiones de la Casa Rosada.