El “Loco” Díaz rompió el silencio tras una jornada cargada de tensión en el estadio Monumental. El delantero criticó a la comisión directiva de Atlético y confirmó que se irá del club.
En medio de ese clima hostil, el capitán del «decano», protagonizó una de las imágenes más tensas de la noche. Visiblemente enojado, respondió a los insultos desde la platea, señaló al sector de palcos como responsable de la situación y debió ser contenido por sus propios compañeros antes de ingresar al vestuario. Su reacción reflejó el delicado momento que atraviesa Atlético Tucumán, tanto en lo futbolístico como en lo institucional.
Su declaración no dejó lugar a dudas: “Somos autocríticos también, entendemos a la gente. Yo más, porque soy hincha y me crié en el club. Que ese dirigente «Nacho» cuente todo lo que pase y toda la verdad».
Díaz aclaró algo: «yo no juego por la plata, no me hace falta. Tres veces vine acá y nunca puse condiciones para jugar. Siempre di la cara. A los médicos, a los empleados y a los chicos que vienen de otro club les prometen algo y no lo cumplen. Lo que hicieron está mal”, dijo con firmeza, mientras el clima institucional se desmoronaba tras el reclamo del plantel por premios impagos.
«No me importa lo que pase de acá en adelante, Yo acá vine y no por plata. Mi sueño era retirarme con esta camiseta, pero no se dará. Es muy triste todo», cerró Díaz.
La frase resonó como un disparo en medio de la noche decana. Díaz, referente del equipo y figura querida por la hinchada, decidió hablar justo cuando la dirigencia enfrentaba críticas por la falta de liquidez. Su salida no solo marca el final de un ciclo, sino que expone una grieta profunda entre jugadores y Comisión Directiva.