La Liga Tucumana de Fútbol decidió suspender los descensos en la Primera División “A” para la temporada 2025, lo que elevará a 44 el número de equipos en la máxima categoría en 2026. El Comité Ejecutivo justificó la medida por la falta de regularización jurídica de tres clubes: Alto Verde, Atlético Concepción y Sportivo Trinidad. Según el comunicado oficial, esta situación impide “beneficiar o perjudicar a ninguna institución afiliada”.
La resolución, dictada ad referéndum de la Asamblea de la LTF, fue aceptada por las instituciones bajo apercibimiento de sanción. Los cuatro descensos previstos por reglamento quedaron sin efecto, mientras que los ascensos desde la categoría “B” se mantienen, lo que incrementa aún más la sobrepoblación de equipos.
Además, se suspendieron los repechajes que definían la permanencia: Sportivo Guzmán vs. Alto Verde, Santa Rosa vs. Santa Lucía FC, Atlético Concepción vs. San José y La Providencia vs. Sportivo Trinidad. Esta cancelación reavivó sospechas sobre un trasfondo institucional más profundo.

La cúpula de la LTF decidió suspender los descensos y beneficiar a varios clubes.
En los últimos cuatro años, solo se registraron dos descensos (en 2022), lo que contribuyó al crecimiento desmedido de clubes en Primera. La decisión generó malestar entre dirigentes, jugadores y aficionados, que ven cómo las decisiones dirigenciales pesan más que los resultados deportivos.
Mientras los clubes luchan por sostenerse en medio de una crisis económica y organizativa, el fútbol tucumano queda atrapado en un entramado institucional que posterga reformas urgentes y profundiza la falta de competitividad.




