La inflación mayorista en octubre fue de apenas el 1,1%, en un mes de fuerte volatilidad en el dólar por la incertidumbre electoral, y quedó por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que arrojó un 2,3% para el mismo período.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) precisó que la variación fue consecuencia de una suba de 1,3% en los productos nacionales y de -1,4% en los productos importados, lo que contribuyo a una desaceleración. En comparación con septiembre cuando el alza había sido del 3,7%.
De acuerdo con el reporte oficial, el IPIM acumula en los primeros diez meses del año una variación de 21,3% mientras que en la comparación interanual se ubica 24,1% por encima del nivel registrado en septiembre de 2024.
Entre los “Productos nacionales”, las divisiones que más aportaron al aumento del IPIM fueron “Productos agropecuarios” (0,51%), “Alimentos y bebidas” (0,31%), “Productos refinados del petróleo” (0,22%) y “Tabaco” (0,11%). En contraste, la división con mayor impacto negativo fue “Petróleo crudo y gas” (-0,12%).

El índice de precios internos básicos al por mayor (IPIB) mostró una suba de 1,3% durante el mismo período, resultado de un incremento de 1,5% en los “Productos nacionales” y una disminución de 1,4% en los “Productos importados”.
El índice de precios internos básicos al por mayor (IPIB) mostró una suba de 1,3% durante el mismo período, resultado de un incremento de 1,5% en los “Productos nacionales” y una disminución de 1,4% en los “Productos importados”.
Por otro lado, el índice de precios básicos del productor (IPP) aumentó 1,7% en ese lapso, impulsado por una suba de 3,2% en los “Productos primarios” y de 1,1% en los “Productos manufacturados y energía eléctrica”.
Esta desaceleración en la inflación mayorista en octubre se conoce con otro panorama. El lunes, el dólar mayorista cerró para la venta a $ 1.387, tras una baja de $ 16 en el día. Con ello se alejó del techo de la banda cambiaria que se encuentra en $ 1.504,98. Y si bien hay una distancia de $ 117,98, para los economistas la distancia sigue siendo corta, lo que lo deja al régimen cambiario vulnerable ante cualquier shock externo o interno que lo puede llevar a tocar el techo de la banda y obligar al Banco Central de la República Argentina (BCRA).





