La madrugada se llenó de devoción y de promesas cumplidas. Exactamente a las 0 horas, la imagen de la Virgen de la Merced, Patrona del Ejército Argentino y protectora del pueblo tucumano, salió a recibir a los fieles que aguardaban frente a la basílica, mientras agrupaciones gauchas desfilaron frente a ella con banderas y caballos enjaezados.
A 213 años de la batalla de Tucumán, la memoria de aquel septiembre de 1812 sigue viva. Desde temprano, la Basílica Nuestra Señora de la Merced volvió a ser epicentro de la fe popular, con misas cargadas de emoción para recordar la gesta en la que Manuel Belgrano, con un ejército diezmado y el fervor ciudadano, frenó el avance realista.

Las historias de los devotos se entrelazan con la tradición. Un hombre de 43 años recordó entre risas y nostalgia la promesa que le hizo a la Virgen para evitar ser llevado al servicio militar obligatorio. Una mujer de 41 años, en cambio, relató que su pedido estuvo dirigido a su hijo que iniciará la facultad el año próximo. “Siempre que le pedí algo me cumplió».
La Basílica de la Merced repleta de fieles
«Es algo muy emocionante para nosotros los tucumanos. Tenemos esperanza de que vamos a salir adelante», expresaron los presentes en la Basílica.

Cada 24 de septiembre se celebra a la Virgen María bajo la advocación de la Virgen de la Merced, un día muy significativo para las y los tucumanos.
“Salud, trabajo y unidad para el pueblo argentino”, fue el pedido que más se repitió entre quienes salían de misa con lágrimas en los ojos y estampitas en las manos.