Alejandro “Papu” Gómez volvió a hablar públicamente del episodio que marcó un quiebre en su carrera: la sanción por doping que lo mantuvo más de dos años fuera del fútbol profesional y que se conoció poco después de la consagración de la selección argentina en el Mundial de Qatar 2022. En una entrevista con el diario italiano La Gazzetta dello Sport, el mediocampista dejó frases contundentes sobre ese período, con una confesión que no pasó desapercibida: “Alguien desapareció. No me lo esperaba, era muy cercano a mí”.
La suspensión, dictada por la Agencia Española Antidopaje y ratificada por la FIFA, se originó a partir de un control realizado en noviembre de 2022, cuando Gómez aún jugaba en el Sevilla. El castigo comenzó formalmente el 20 de octubre de 2023 y, según explicó el propio futbolista, estuvo vinculado al consumo de un jarabe para la tos perteneciente a uno de sus hijos, ingerido sin consultar al cuerpo médico del club.
El alejamiento forzoso de las canchas tuvo un fuerte impacto personal. “Cuando el teléfono dejó de sonar, me di cuenta de que había más. Alguien desapareció y no lo esperaba”, afirmó el Papu, sin revelar identidades. Según relató, esa experiencia le permitió distinguir quiénes estaban realmente dispuestos a acompañarlo en uno de los momentos más difíciles de su vida. “Las cosas malas que te pasan te ayudan a entender quién quiere estar cerca y quién no”, reflexionó.
Ese proceso también lo llevó a tomar distancia de las redes sociales. “En Instagram y en la calle, los fans me mostraron un cariño increíble después de la suspensión. Pero ya no soy tan activo. Este mundo un tanto falso me cansó”, señaló el exintegrante de la selección argentina.
Durante el período de inactividad, Gómez reconoció que atravesó un momento emocional complejo y que necesitó ayuda profesional. “Me había metido en un círculo vicioso del que no podía salir”, confesó. En ese contexto, destacó el rol clave de su esposa: “Me ayudó muchísimo, sobre todo a decidir qué camino tomar. No podía entrenar con mis compañeros, no podía ir a un centro de entrenamiento, no podía estudiar para ser entrenador ni director deportivo. Tenía que encontrar la fuerza para seguir adelante”.
Incluso reveló que recibió propuestas para continuar su carrera en ámbitos no tradicionales, como la Kings League, el torneo impulsado por Gerard Piqué. “Me habrían pagado mucho, pero no era para mí. Estaba haciendo un sacrificio enorme para mantenerme en forma con el objetivo de volver a jugar. Ir ahí habría sido una falta de respeto a ese esfuerzo”, explicó.
Finalmente, a mediados de 2025, Gómez volvió al fútbol profesional al firmar con Padova, equipo recientemente ascendido a la Serie B italiana. Tras el levantamiento de la sanción el 20 de octubre, su regreso oficial se produjo el 22 de noviembre, cuando sumó minutos ante Venezia. “Físicamente me sentí bien, aunque tenía miedo de volver a lesionarme. Ahora puedo decir que mi viaje por fin ha comenzado”, expresó.
Con 37 años, el Papu aseguró que su objetivo inmediato es claro: “Quiero jugar todos los partidos y estar en forma. Eso es lo que más me importa ahora”. Sobre el retiro, fue cauto: “Ahora solo estoy concentrado en recuperar el tiempo perdido. Quiero volver a disfrutar del fútbol. Si todo va bien, me gustaría jugar otros tres o cuatro años”.
Mientras intenta reconstruir su carrera dentro de la cancha, sus palabras dejan entrever que la sanción no solo lo alejó del fútbol, sino que también reordenó su entorno personal, dejando heridas que todavía no terminan de cicatrizar.
