A pocas semanas de la Navidad, la industria del juguete en Argentina lanzó una alerta urgente. Miles de productos peligrosos, retirados del mercado en Estados Unidos, están a la venta en el país a través de plataformas online.
La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) advirtió que estos juguetes circulan sin control, sin certificación local y sin información sobre los riesgos que representan.
“Un producto retirado del mercado en otro país no debería llegar a las manos de una familia argentina”, sostuvo Matías Furió, presidente de la CAIJ.
Los juguetes más riesgosos
Entre los productos más peligrosos detectados se encuentran:
- Disfraz infantil con ftalatos, sustancias químicas prohibidas, retirado en EEUU pero aún disponible en compras internacionales.
- Juguete para bebés Skip Hop, con partes que se desprenden y pueden causar asfixia, retirado en EEUU, Canadá y México.
- Muñecas Unicornio y Princesa Bettina, con riesgo de ingestión de baterías tipo botón, que pueden causar lesiones graves o la muerte.
Recomendaciones para padres y cuidadores
La CAIJ destacó que los juguetes producidos en Argentina son seguros, certificados y trazables. Sin embargo, hizo un llamado a extremar la precaución al comprar regalos, especialmente por internet o mediante importaciones internacionales.
Las recomendaciones clave son:
- Verificar que el producto no haya sido retirado en otros mercados, consultando listados oficiales de la Consumer Product Safety Commission (CPSC).
- Evitar juguetes sin información clara sobre fabricante, origen o certificaciones de seguridad.
- Comprar preferentemente en comercios formales y canales autorizados.
Fiscalización y seguridad
La entidad también reclamó una mayor fiscalización del comercio electrónico, marcado de conformidad obligatorio, canales ágiles de denuncia y retiro de productos inseguros, y reglas claras para proteger a los niños y garantizar competencia justa en el sector.
Con la Navidad a la vuelta de la esquina, la advertencia es clara: no todos los juguetes son seguros. La información puede marcar la diferencia entre un regalo y un peligro para los más pequeños.




