Mientras varias provincias aprovechan la baja del Riesgo País para salir al mercado internacional en busca de financiamiento en dólares, Tucumán se mantiene cauta. El gobernador Osvaldo Jaldo profundiza gestiones ante la Nación para recuperar acreencias de viejos acuerdos fiscales y evitar contraer nuevas deudas que comprometan el futuro financiero de la provincia.
“No es momento para endeudarse; menos en dólares”, repite el mandatario, quien pese a solicitar autorización legislativa para posibles préstamos en el proyecto de Presupuesto 2026, deja en claro que el foco está en recuperar recursos pendientes antes de asumir compromisos de gasto adicionales.
El artículo 17 del proyecto establece que el Ejecutivo puede tomar préstamos subsidiarios con garantía de coparticipación federal, hasta un monto de U$S 250 millones o su equivalente en pesos, destinados al financiamiento de obras e inspecciones vinculadas a programas de financiamiento multilateral o bilateral.
En su visión, Jaldo considera prioritarias las obras de impacto real para la comunidad, como la remodelación del Aeropuerto Internacional Teniente Benjamín Matienzo, el cierre del anillo energético provincial y el acueducto de Vipos, antes que proyectos de gran visibilidad pero de alto riesgo financiero, como un estadio único o un plan integral de conectividad.
Recuperar acreencias: la prioridad
Con la caída de ingresos por coparticipación federal (−5% en términos reales durante noviembre) y la disminución de la recaudación provincial (Ingresos Brutos promediando −9% mensual), el Gobierno provincial centra esfuerzos en cobrar de la Nación aproximadamente $200.000 millones, correspondientes a:
- Acuerdos bilaterales y conciliación de viejas deudas
- Atención de beneficiarios del PAMI en el sistema público de salud
- Aportes del Tesoro Nacional (ATN) no girados
- Obras financiadas a cuenta de recursos federales comprometidos
El objetivo es que estos compromisos se concreten antes de fin de año, ya sea mediante pagos periódicos o compensaciones financieras, garantizando así un arranque de 2026 sin sobresaltos fiscales. El proyecto de Presupuesto provincial estima gastos de casi $5 billones, con un superávit proyectado de $708 millones, suficiente para mantener la estabilidad del Estado.
Deuda y herramientas financieras
Según la Contaduría General de la Provincia, la deuda pública de Tucumán al cierre de octubre alcanzó $158.729 millones, apenas un 3% del presupuesto provincial, mientras que la deuda flotante —destinada a pagos de personal, proveedores y transferencias a comunas— llegó a $313.905 millones.
Además, la provincia ha amortizado en octubre saldos pendientes con la Nación por $13.826 millones del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional y $1.788 millones del Convenio de Desendeudamiento, generando un alivio fiscal por compromisos históricos.
Para contingencias, el Presupuesto 2026 incluye la posibilidad de créditos a corto plazo, hasta el 10% del gasto anual, con respaldo en la coparticipación federal de impuestos, garantizando flexibilidad sin comprometer la sostenibilidad fiscal.
En definitiva, Tucumán busca consolidar sus cuentas públicas, priorizando cobrar lo adeudado por la Nación y ejecutar obras estratégicas, mientras evita sumarse a la carrera de endeudamiento en dólares que otras provincias han adoptado.




