La Unidad de Delitos Complejos del Ministerio Fiscal acusó al segundo jefe de la Unidad Regional Norte (URN), Sergio Marcelo Juárez, y al suboficial Walter Frías por su presunta participación en un esquema que habría utilizado a detenidos condenados para realizar trabajos de albañilería en domicilios particulares, uno de ellos perteneciente al ex jefe de la misma dependencia. Tras la audiencia, Juárez quedó con prisión preventiva y Frías con arresto domiciliario por tres meses.
De acuerdo a la presentación realizada por el auxiliar de fiscal Federico Lizarraga, en representación de la Unidad Especializada de Delitos Complejos subrogada por José Sanjuán, ambos fueron acusados por el delito de encubrimiento. En el caso de Frías, además, se le imputó falsificación de instrumento público, en perjuicio de la administración y de la fe pública. Según detalló el Ministerio Fiscal, “durante al menos tres meses detenidos condenados estuvieron alojados en la Unidad Regional Norte (donde no existe arresto) y trabajando a la vista de todo el personal, recibiendo incluso visitas de familiares”. En ese período, habrían realizado “refacciones en domicilios particulares como ser tapias completas, estructuras metálicas, antebaño y construcción de sanitarios”. Lizarraga sostuvo que “no se trató de un hecho aislado sino que ocurrió delante de todos los miembros policiales de la URN”.
El Ministerio Fiscal afirmó que “en la URN se montó un sistema estable y prolongado en el tiempo de utilización de detenidos condenados como mano de obra para beneficiar particularmente a los funcionarios policiales de la plana mayor”. Según la acusación, dicho sistema se apoyaba en tres pilares: “un alojamiento clandestino de los penados en la URN, el uso de un móvil en el que eran trasladados a las casas particulares a trabajar, la falsificación y el silencio funcional de todos los empleados”. En ese marco, se indicó que el rol de Frías “no fue el de un mero empleado distraído”, sino que, como oficial de guardia encargado del libro, “consignó un traslado falso (hacia la comisaría de Chuscha) para dar una cobertura administrativa a la maniobra y evitar cualquier tipo de control posterior”. Su conducta —señaló Lizarraga— “encuadra en la falsificación ideológica de instrumento público y de encubrimiento agravado como autor”.
Respecto de Juárez, el Ministerio Fiscal señaló que “aparece mencionado desde el origen de los mensajes anónimos enviados al Ministro de Seguridad, siendo uno de los jefes que utilizaba detenidos para trabajos personales y que ordenaba no dejarlos asentados en los libros”. Se agregó que “incluso sus compañeros renunciaron a sus puestos por estas presiones”.
Medidas de coerción
Durante la audiencia, el auxiliar de fiscal solicitó las medidas de coerción más gravosas para ambos imputados. Finalmente, el juez interviniente dispuso la prisión preventiva para Juárez y el arresto domiciliario con dispositivo de rastreo para Frías, ambos por un plazo de tres meses. “Se trata de personas a las cuales se les deposita la obligación de llevar adelante un control como funcionario público de las dependencias”, afirmó el magistrado.
Lizarraga, por su parte, remarcó que “se trata de hechos que comprometen directamente la confianza que la sociedad tiene en sus fuerzas de seguridad, que suponen el uso de personas privadas de libertad como mano de obra en beneficio de superiores jerárquicos, el uso indebido de los recursos del Estado (móviles policiales, combustible y servicio del personal)”. Recordó además que la causa ya fue declarada como asunto complejo y que en ella “se dictó la prisión preventiva al ex jefe Gustavo Javier Beltrán (confirmada por el tribunal de impugnación por tres meses)”.
Antes de la resolución judicial, los acusados se manifestaron y negaron los hechos que se les atribuyen. “Niego los cargos, siempre me encontré a disposición de la Justicia. La verdad que me extraña mucho las declaraciones de los oficiales (que declararon en el marco del legajo). La estoy pasando muy mal, como imagino el resto del personal”, expresó Juárez. En tanto, Frías dijo: “Yo estoy encerrado entre cuatro paredes y solamente escribo lo que se ve o lo que me indican. No verifico”.




