El agua avanzó sin aviso y dejó un saldo devastador. Al menos 20 personas murieron y más de dos decenas continúan desaparecidas en Bolivia tras el desborde de varios ríos en el departamento de Santa Cruz, entre ellos el Piraí. La emergencia se desató luego de días de lluvias intensas y mantiene en máxima alerta a las autoridades ante la posibilidad de que la cifra de víctimas aumente.
El desastre ocurrió este lunes y obligó al Gobierno boliviano a declarar a Santa Cruz como zona de desastre departamental. Más de 20 comunidades resultaron afectadas por el avance del agua, que arrasó viviendas, caminos y puentes.
Temor por más víctimas
El viceministro de Defensa Civil, Alfredo Toche, confirmó el número de fallecidos y advirtió que el panorama podría agravarse.
“Lamentablemente, tenemos 20 muertos confirmados y más de dos docenas de personas desaparecidas”, señaló el funcionario.
Además, explicó que con la mejora del clima y el descenso del nivel del agua, los equipos de rescate podrían hallar más cuerpos. “Es probable que la cifra aumente a medida que avancen las tareas de búsqueda”, indicó.
Comunidades aisladas y familias damnificadas
El impacto del temporal se refleja también en la cantidad de personas afectadas. Según datos oficiales, unas 600 familias resultaron damnificadas en la localidad de El Torno, mientras que otras 1.500 sufrieron pérdidas en la zona de Colpa Bélgica, ambas en el departamento de Santa Cruz.
La situación se agravó con el derrumbe de un puente que conectaba uno de los municipios con la ruta hacia Warnes, lo que complicó seriamente las tareas de evacuación y asistencia.
Rescates dramáticos y evacuaciones
Desde Defensa Civil informaron que muchos vecinos debieron refugiarse en los techos de sus casas o treparse a árboles para escapar de la crecida, mientras esperaban ser rescatados por los equipos de emergencia.
Ante este escenario, el Gobierno boliviano dispuso reubicaciones preventivas para las comunidades más expuestas y analiza declarar la emergencia nacional si las condiciones no mejoran en las próximas horas.
Sala de crisis y coordinación nacional
En paralelo, el Ejecutivo montó una sala de crisis en el Palacio de Gobierno para centralizar la respuesta ante la catástrofe. El operativo es coordinado por el presidente Rodrigo Paz, con el objetivo de agilizar la asistencia y reforzar la ayuda humanitaria en las zonas más golpeadas.
Mientras continúan las tareas de rescate, Bolivia enfrenta una de las emergencias climáticas más graves del año, con cientos de familias que lo perdieron todo y decenas de personas cuyo paradero aún se desconoce.




