Los vecinos de Campo Norte volvieron a manifestar su indignación por la persistente formación de basurales a cielo abierto en sectores sensibles del barrio. La problemática, que se arrastra desde hace tiempo, afecta directamente la salubridad y la calidad de vida de la comunidad y aún no encuentra respuesta por parte de las autoridades municipales.
Reclamos sin respuesta
“Hace bastante tiempo que pido que limpien en Campo Norte porque tiran los animales muertos y está lleno de basura. Tengo todos los reclamos hechos y no tengo solución. Es en la entrada del Grupo Cero, donde está la escuela Campo Norte. Es insoportable pasar por ahí y no somos nosotros solamente”, relató una vecina, reflejando el cansancio y la impotencia de los residentes.
La acumulación de residuos representa un riesgo sanitario concreto:
- Favorece la proliferación de roedores e insectos.
- Potencia la propagación de enfermedades.
- Multiplica los focos de mal olor y contaminación.



El problema se agrava con el calor, que acelera la descomposición de la materia orgánica y aumenta la presencia de patógenos. Además, la cercanía del basural a la escuela compromete la seguridad de estudiantes y personal, limita el uso de espacios públicos y vulnera el derecho a un ambiente sano.
Los vecinos reclaman:
- Limpieza y retiro urgente de residuos.
- Control y sanciones para quienes arrojan basura indiscriminadamente.
- Instalación de contenedores en puntos estratégicos.
- Campañas de concientización sobre el manejo de residuos.
- Un plan de acción con mantenimiento regular y monitoreo para evitar la reaparición de los basurales.
Mientras tanto, la comunidad de Campo Norte permanece expuesta a una amenaza sanitaria que podría resolverse con medidas básicas de gestión ambiental. La falta de respuestas convierte un problema remediable en un riesgo permanente que compromete la salud pública y la convivencia en el barrio.




