El jueves pasado, la Policía de Alderetes recibió el reporte de un hombre que se habría suicidado arrojándose bajo un camión en la ruta alternativa, cerca del puente Ingeniero Barros. Se activó el protocolo judicial y se realizó la inhumación del cuerpo.
Horas después, una mujer se presentó espontáneamente en la comisaría y aseguró que el fallecido era su hijo. Lo reconoció en el lugar y se firmó el acta de entrega para el velorio. Pero esa misma noche, mientras se realizaba la ceremonia en Villa Carmela, el joven apareció vivo en el domicilio.
El episodio generó terror, confusión y una ola de comentarios en redes. La Policía aclaró que actuó con seriedad y que el error se debió a la identificación familiar. Según la madre, el joven tenía problemas de adicción y había estado desaparecido varios días.
Finalmente, la policía informó que el cuerpo que figuraba como NN fue identificado. Se trata de Maximiliano Enrique Acosta, un jornalero de 28 años, domiciliado en la localidad de Delfín Gallo. La familia ya dispone de su cuerpo.