Uno de los hechos de abuso sexual infantil más aberrantes de los últimos tiempos sacudió a la comunidad de Quilmes. En la zona de Villa Luján III, la Policía Bonaerense arrestó este miércoles a una mujer y a su pareja, acusados de explotar sexualmente a sus cinco hijas, a quienes habrían entregado a distintos hombres a cambio de droga y alimentos.
En uno de los episodios más indignantes, según la imputación, una de las niñas fue entregada a cambio de una simple bolsa de arroz.
Detenciones y operativo policial
Además de la madre y su pareja, otros cuatro hombres fueron detenidos, acusados de ser los “clientes” que pagaban con droga o comida a cambio de abusar de las menores. Las primeras pericias señalan que, en algunos casos, los abusos habrían sido filmados.
El caso quedó bajo la órbita del fiscal Daniel Ichazo y fue investigado por el Gabinete Especializado en Ciberpedofilia de Berazategui. La denuncia inicial llegó de manera anónima y, en apenas 24 horas, se realizaron siete allanamientos que permitieron esclarecer la situación.

El rol de la madre y el padrastro
De acuerdo con la imputación fiscal, la madre no solo permitió los abusos sino que organizaba las circunstancias para que se concretaran. Según el documento judicial, la mujer “colaboró en la perpetración de diversos abusos sexuales simples y con acceso carnal cometidos contra sus hijas”, permitiendo que ocurran en su propia vivienda, enviando a las niñas a domicilios de otros hombres y explotándolas económicamente mediante la prostitución.
El padrastro de las menores, considerado el principal sospechoso, fue atacado por vecinos indignados, quienes lo golpearon mientras dormía y lo ataron a un palo. Posteriormente, un llamado al 911 permitió a la Policía proceder con su arresto.
La situación de las víctimas
Las cinco niñas fueron asistidas de inmediato por equipos médicos y psicológicos. Al menos dos de ellas presentan lesiones compatibles con abuso sexual, según confirmaron médicos forenses. Por razones legales y de protección, no se difundieron las identidades de los acusados ni de las menores.
El fiscal Ichazo y el Gabinete de Ciberpedofilia ya habían trabajado en operativos de envergadura en la zona sur del conurbano. En abril, por ejemplo, allanaron a Brian G., un abusador condenado a 12 años de prisión que, desde la cárcel de Florencio Varela, distribuía pornografía infantil a través de WhatsApp con la colaboración de un cómplice en Berazategui.
Impacto social
El caso despertó una fuerte conmoción en la comunidad de Quilmes, tanto por la crudeza de los hechos como por la complicidad directa de los propios padres. El accionar rápido de la Justicia y de las fuerzas policiales permitió poner a resguardo a las niñas en menos de un día, aunque el daño ya había sido consumado.