Una nueva y grave tensión sacude al transporte en Tucumán. Los choferes de la Línea 131 de Rayo Bus denunciaron que el gremio UTA y la Secretaría de Trabajo los presionan para firmar su traspaso a la empresa La Nueva Fournier, a pesar de que quieren seguir trabajando en su actual empleador.
El conflicto surge por la supuesta inducción a aceptar el pase laboral. Los trabajadores califican estas acciones de “apriete”, al considerar que se busca obligarlos a cambiar de empresa contra su voluntad.
Valentín Brizuela, uno de los choferes afectados, relató la tensión vivida con la autoridad laboral:
“Vino la Secretaría de Trabajo para ver si firmábamos o no el traspaso. En mi caso, no lo firmé. Seguimos firmes con esta decisión junto a mis compañeros. Tengo la cabeza a mil, esto me hace mal porque no sé qué va a pasar”.
Otro trabajador, con 33 años de experiencia y 17 en la empresa, denunció irregularidades en las listas de traspaso:
“Hay 9 personas que no figuran en las listas y no entendemos qué pasó. Somos 33 en total y solo figuran 24. Nos dicen que si no firmamos quedaremos desprotegidos. Mi delegado gremial no está acá para representarnos. Venimos a trabajar todos los días con incertidumbre. Soy cabeza de familia”.
Para los choferes, la negativa a firmar el traspaso es un acto de resistencia frente a lo que perciben como un manejo turbio y presionante de la situación, que amenaza sus derechos laborales y la seguridad de sus puestos de trabajo.
El conflicto sigue abierto, y la atención de las autoridades y la ciudadanía se centra en cómo se resolverá esta feroz interna empresarial que afecta tanto a los trabajadores como a los usuarios del transporte público en la ciudad.




