El Congreso se convirtió en epicentro de un escándalo que involucra a figuras clave del oficialismo. Tres bloques legislativos presentaron pedidos de interpelación contra Karina Milei, Guillermo Francos y Mario Lugones, luego de que se difundieran audios que mencionan presuntas coimas en contrataciones vinculadas al área de Discapacidad.
La Comisión de Salud, presidida por Pablo Yedlin, aprobó los pedidos y giró el trámite a Asuntos Constitucionales. Legisladores como Sabrina Selva, Christian Castillo y Vilma Ripoll exigieron explicaciones urgentes y denunciaron maniobras del oficialismo para frenar el avance parlamentario.
Durante el debate, Castillo remarcó que “el que habló de las coimas no fue un opositor, sino un funcionario del riñón oficialista”. La frase encendió las alarmas y reforzó el reclamo de transparencia institucional.
El caso no solo expone posibles irregularidades en contrataciones sensibles, sino que también revela tensiones internas en el Congreso. Yedlin denunció que el oficialismo intenta bloquear el trabajo legislativo con giros a comisiones que no se reúnen. La oposición respondió con emplazamientos y presión mediática.
Mientras tanto, el escándalo escala en redes y medios, y pone en jaque la credibilidad del Gobierno en un área crítica como Discapacidad. La sociedad exige respuestas, y el Congreso se prepara para una sesión que podría marcar un antes y un después.