Este miércoles se desarrolló una reunión decisiva en la Secretaría de Trabajo de Tucumán, donde la Unión Tranviarios Automotor (UTA) busca dejar sin efecto las 150 suspensiones de choferes aplicadas por distintas empresas de transporte público. La medida empresarial se habría tomado por la baja en la circulación de pasajeros, lo que generó un fuerte rechazo gremial.
Luego de la reunión llevada a cabo este mediodía, los representantes realizaron una asamblea en la que resolvieron realizar un paro tras la falta de respuesta por parte de las autoridades. UTA insiste en que las suspensiones vulneran derechos laborales y que no responden a un procedimiento acordado.
César González, secretario general de UTA, tras el encuentro dijo: «nosotros teníamos la esperanza que se presente la municipalidad para ver como se destrababa este conflicto. La municipalidad tiene sus argumentos para no presentarse, tienen sus razones ellos, pero nosotros acá no tenemos conflicto ni con la municipalidad ni con la provincia. El conflicto nuestro es con los empresarios por las suspensiones que han aplicado, para nosotros, de forma arbitraria. Ellos han ratificado la medida y nosotros hemos ratificado en cada uno de los términos lo que ellos han anunciado».
También remarcó que la suspensión afecta cerca de un 40% del salario de los trabajadores. «No vamos a permitir que eso ocurra», resaltó.
Respecto a un posible llamado del municipio capitalino para una reunión dijo que no tienen problema en asistir si es que los convocan.
El conflicto se enmarca en un contexto de crisis estructural del transporte público, con reclamos por subsidios, baja demanda y tensiones entre empresas y trabajadores. La continuidad del servicio depende de acuerdos que garanticen estabilidad laboral y previsibilidad operativa.




