Un hombre de 51 años fue detenido el 7 de septiembre de 2025 en Buk, República Checa, tras conducir durante seis años un Dallara GP2/08 decorado como un Ferrari por rutas abiertas al tráfico.Su identidad se mantuvo oculta gracias al uso de casco y traje de piloto.La persecución comenzó en 2019 en las inmediaciones de Praga y culminó en una operación policial apoyada por testigos y helicópteros.El caso se volvió viral por la apariencia del vehículo, confundido con un Fórmula 1, y por la difusión de videos en redes sociales.
El arresto se logró gracias a la colaboración ciudadana, que alertó sobre el monoplaza en la autopista D4. Las imágenes compartidas en redes sociales permitieron a la policía localizar el coche en minutos y detener al conductor en una propiedad privada.
Un Ferrari falso que parecía real
El vehículo era un Dallara GP2/08, diseñado para la extinta categoría GP2, sin autorización para circular en vías públicas. Estaba pintado con los colores clásicos de Ferrari y lucía publicidad de la era Schumacher, lo que llevó a muchos a creer que se trataba de un auténtico Fórmula 1.
Además, el conductor compartía sus incursiones ilegales a través del canal de YouTube TrackZone, junto a su hijo, quien lo ayudaba a grabar y difundir los videos. Esta estrategia amplificó el alcance del caso y atrajo la atención de medios y fanáticos del automovilismo.

Tras su detención, el hombre se negó a declarar y dio negativo en pruebas de alcohol y drogas. Enfrenta sanciones administrativas, como la posible retirada de su licencia y multas de varios miles de euros. El vehículo permanece confiscado mientras se evalúa si corresponde una imputación penal.
Por otro lado, el caso abrió un debate en la República Checa sobre los riesgos de circular con vehículos de competición en entornos urbanos y el rol de las redes sociales en la promoción de conductas peligrosas. El desenlace podría marcar un precedente en la forma en que se regulan estas exhibiciones públicas.